El dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, calificó como una farsa y un montaje la consulta de revocación de mandato, al considerar que solo buscó relanzar la imagen del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Pese a ello, anunció que no impugnará el proceso ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf).
A diferencia del PRD, que a nivel nacional anunció que pedirá anular el proceso ante supuestas violaciones a la ley por parte de funcionarios públicos, el líder priista dijo que no solicitará la nulidad y mejor darán vuelta a la página. Sin embargo, afirmó que el partido seguirá levantando la voz como oposición y trabajando rumbo a las elecciones de 2024.
“La revocación de mandato siempre lo dijimos en el PRI, fue una farsa montada por Morena para relanzar la imagen del presidente, su principal activo”, dijo al acusar que la jornada estuvo plagada de irregularidades porque funcionarios federales se metieron en la operación electoral y obligaron a la gente a votar, condicionando los programas sociales.
En entrevista con El Sol de Puebla, Camarillo dudó de la participación a nivel nacional, es decir del 17.7 por ciento, porque a su decir a la ciudadanía no le interesó la consulta.
En su opinión, el partido Morena acaba de perder el 50 por ciento de los activos que le dieron el triunfo al presidente López Obrador en la elección de 2018, cuando obtuvo 30 millones de votos, por lo cual aseguró que la tendencia seguirá a la baja.
El dirigente acusó que Morena quiere culpar a los partidos de oposición de los “pésimos resultados” y de la baja participación en la consulta de revocación de mandato, pues dijo que, si la votación hubiera sido del 50 por ciento, los morenistas estarían festejando.
Agregó que la gente no puede votar por un presidente que fue electo por un periodo de seis años, quien tendría que ponerse a trabajar para bajar la inflación y el precio de la gasolina y los combustibles, por lo tanto, insistió en que el proceso revocatorio fue un distractor porque quien lo pidió fue el partido de izquierda y no los ciudadanos.