Un grupo de más de 30 priistas encabezados por Iván Galindo Castillejos y Jorge Arroyo García se rebelaron a la postura que ha tomado su partido en los últimos años y exigieron a la dirigencia estatal y nacional del PRI que inicie un proceso de renovación crítico, en donde acepten que no asumieron el papel de oposición y terminen con prácticas como la negociación de elecciones.
Un total de 36 priistas se pronunciaron en contra del actuar de su partido en los últimos procesos electorales, a través de un oficio dirigido al dirigente estatal del PRI, Javier Casique Zárate y a la delegada del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en Puebla, María Esther Sherman Leaño.
“El PRI poblano no debe estar supeditado a las órdenes de nadie; de ningún grupo interno, y mucho menos, de algún gobernante independientemente del partido que se trate. No aceptamos que nuestro partido sea moneda de cambio; si en el pasado se negociaron elecciones, en el presente nos corresponde cancelar esa deleznable práctica”.
De igual forma, piden al partido no pronunciarse sobre los resultados del pasado proceso electoral a la gubernatura hasta que los Tribunales Electorales correspondientes emitan un fallo de los juicios que están pendientes.
“Como partido institucional, esperemos a conocer el resolutivo por parte del Tribunal Electoral, para fijar nuestra postura, ya sea, acerca de las nuevas autoridades electas, o bien, del subsecuente proceso electoral extraordinario. Cualquier pronunciamiento antes de dicho fallo, lo consideramos prematuro y fuera de lugar”.
También exigen que el Revolucionario Institucional no forme parte del gobierno de coalición que propone la panista, Martha Erika Alonso Hidalgo, por ser parte del grupo político que generó un “retroceso democrático” en la entidad durante los últimos años.
“Respecto a la posibilidad de conformar un gobierno de coalición, categóricamente afirmamos que el PRI NO debe hacer equipo con quienes son los causantes del retroceso democrático que sufrió la entidad en los últimos años; máxime si quienes lo promueven son priistas de élite que no representan a las bases del partido y por lo tanto no pueden hablar y decidir en nombre del mismo, esas personas buscan un beneficio personal y no institucional”.
De los priistas que firman este desplegado destacan Valentín Meneses Rojas, Juan Manuel Vega Rayet, Germán Sierra Sánchez, Alberto Jiménez Merino, Humberto Aguilar Viveros, Ramón Fernández Solana, y Antonio Hernández y Génis, entre otros.
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