/ jueves 20 de junio de 2024

Primavera 2024, la más calurosa de los últimos 20 años en Puebla

De 2004 a 2024, el clima en Puebla durante la primavera subió 3 °C, al pasar de 19 a 22 grados Celsius

Con el registro de temperatura media más alto de los últimos 20 años en Puebla, la primavera que hoy termina se convirtió en la más caliente de las últimas dos décadas en la entidad, esto de acuerdo con datos abiertos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

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Mediante una minuciosa revisión efectuada por este diario a la base de datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se identificó que, durante marzo, abril y mayo de 2024, el estado acumuló una temperatura promedio de 22 grados Celsius (°C), siendo este el registro más elevado de los últimos 20 años.


Francisco Javier Sánchez Ruiz, doctor en Ingeniería Química por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) e integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), consideró que el calentamiento global, así como el acelerado incremento del parque vehicular y otras fuentes de contaminación fijas, además de la degradación de superficie forestal en Puebla, son las principales razones tras el aumento de calidez en la entidad.

Por su parte, Jerónimo Chavarría Hernández, maestro en Ciencias por el Colegio de Postgraduados (Colpos), sostuvo que la ascendencia en la temperatura del estado será una constante en los próximos años, en caso de que no se generen acciones para aminorar la expulsión de gases de efecto invernadero. Además, enfatizó que el comportamiento climático en Puebla durante las últimas 20 primaveras es atípico, pues el crecimiento superó cualquier estimación matemática hecha a partir de las condiciones climáticas del planeta.

Crece temperatura promedio en primavera de 2024

A partir de una revisión hecha a los datos acumulados de temperatura promedio por entidad federativa, que publica mensualmente la Conagua, se identificó un crecimiento térmico en Puebla durante los meses contenidos en la primavera.

De esta manera se observó que durante las dos décadas pasadas el clima en primavera subió 3 °C, al pasar de 19 a 22 °C, de 2004 a 2024.


Entre 2004 y 2013 el parámetro se fijó en 19 °C durante los meses de marzo, abril y mayo. Luego éste subió un grado Celsius, y se mantuvo de esta manera hasta 2023. Únicamente en 2020 la temperatura media en primavera fue de 21 °C.

Por otra parte, la Conagua detalló que la temperatura máxima promedio registrada en primavera de 2004 en Puebla fue de 25 °C. Para 2024 esta cifra incrementó a 31 °C, es decir, el calor ascendió 6 grados Celsius entre ambos periodos.

Efecto invernadero, tras el aumento de temperatura

En entrevista con este diario, Sánchez Ruiz, catedrático de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), expuso que los recientes cambios climáticos atienden una serie de ajustes de la región, derivado de la presencia de gases de efecto invernadero y del propio calentamiento global.

“Una de las características que observamos de esta primavera fue que las temperaturas comenzaron a incrementar y hubo días específicos donde se tuvo temperaturas bastantes elevadas. Esto se debe principalmente al cambio climático (...) que no solamente se está presentando en Puebla, sino que está ocurriendo a nivel mundial”, señaló el experto.

Esto quiere decir que, si bien la primavera de 2024 fijó un nuevo récord climático en Puebla durante las últimas dos décadas, en los próximos años se prevé que la temperatura crezca en igual o mayor proporción, esto en comparación con lo observado hasta ahora.

Otro de los fenómenos previstos con el aumento de calidez en suelo poblano, esto de acuerdo a los modelos climáticos y matemáticos desarrollados por el académico de la UPAEP, es la modificación de las estaciones del tiempo, es decir, que los diversos periodos térmicos se alteren, y ello agudice la formación de condiciones extremas.

Infografía: El Sol de Puebla

Sánchez Ruiz mencionó que un ejemplo de este cambio se observará a finales del presente año, cuando, en medio del invierno, se registren temperaturas históricamente bajas.

Respecto a las consecuencias de este fenómeno adverso, el investigador señaló que hay al menos dos factores vinculados al aumento de temperatura en Puebla, así como el resto del país y mundo, durante los últimos años, particularmente en 2024.

El primero de ellos es la deforestación, ocasionada esencialmente por las quemas agrícolas, tala furtiva y sobreexplotación de los recursos maderables. Según el académico, la pérdida de superficie forestal en Puebla deriva también en la fractura de los sitios de infiltración hídrica, lo que, junto con el calor, agudiza la desertificación del suelo.

Según datos de Global Forest Watch, una iniciativa internacional de supervisión forestal con reconocimiento mundial, entre 2001 y 2023 Puebla perdió 71 mil hectáreas de superficie arbórea. Esta cifra demostró que durante ese periodo la entidad perdió 7.2 por ciento de su cobertura vegetativa. Esto también generó la emisión de aproximadamente 34.1 miles de toneladas de dióxido de carbono (CO₂).


Del mismo modo, el investigador de la UPAEP señaló que en los últimos años creció el parque vehicular del estado, lo que genera más gases de efecto invernadero, propios de la combustión de las unidades. Dichas sustancias provocan, entre otras cosas, la generación de domos de concentración de calor.

“Aquí en Puebla, uno de los factores que más ha contribuido a estos gradientes de temperatura es el incremento de las fuentes móviles generadoras de gases efecto invernadero, ¿qué significa? Que el parque vehicular ha incrementado de manera sustancial a nivel estatal, lo que ha provocado que las temperaturas incrementen”, apuntó.

Análogamente, Sánchez Ruiz sostuvo que, a la par del incremento de temperatura, algunas actividades esenciales, como la producción de alimentos, tendrán afectaciones en la entidad. Lo anterior debido a que el recurso hídrico necesario para su funcionamiento disminuirá, pues el calentamiento de la atmósfera incide también en la erosión del suelo.

“Se ve un panorama gris, porque las presas no han alcanzado su nivel, o están por debajo de sus niveles (...) Esto es importante porque básicamente habrá momentos donde van a tener que detener el caudal que están suministrando, a nivel de las cuencas y ríos, que están alimentando las zonas agrícolas”, añadió.

De acuerdo con el experto de la UPAEP, la elevada temperatura registrada durante esta primavera es una situación “grave”, que todavía no escala a un punto “crítico”. Esto debido a que en la actualidad existen soluciones para prevenir el descontrolado crecimiento de fuentes móviles y fijas de contaminación, así como para proteger la superficie forestal del estado, entre otras.

La primavera de 2024 fijó un nuevo récord climático en Puebla. Foto: Archivo / El Sol de Puebla

Cambios superan estimaciones

Al respecto, Chavarría Hernández, también investigador de la Universidad Iberoamericana Puebla, enfatizó que, hasta hace una década, los modelos matemáticos y climáticos a nivel global señalaban que, frente al calentamiento global, el incremento térmico sería de máximo .5 grados Celsius cada 10 años. No obstante, en el estado las primaveras tuvieron un incremento de 3 °C solamente durante ese periodo.


“No es normal. La tendencia de los últimos años es que va en aumento, y si no se previene uno con actividades que no produzcan gases de efecto invernadero o que exacerben el cambio climático la tendencia va a ser la misma (...) Muchos estudios se han quedado cortos y ha aumentado más de lo que se esperaba”, sostuvo.

En ese sentido, el especialista subrayó que no existen condiciones naturales para que un sitio acelere su calentamiento a ese grado. Dicho de otro modo, las condiciones climáticas adversas que vive el estado, que son idénticas a la del país y el mundo entero, son principalmente atribuibles al efecto invernadero.

“Todos estos procesos de aumento de temperatura se han acelerado mucho más y están pasando más rápido de lo que esperábamos”, subrayó.

Ante dicho contexto, el académico sostuvo que el calentamiento de Puebla configura una situación atípica, lo que traerá como consecuencia la agudización de las sequías y los fenómenos naturales, como tormentas, entre otras.

Finalmente, Chavarría Hernández destacó que las personas con mayor precarización económica serán las que sufran en mayor intensidad los estragos de esta condición climática. Además, destacó que los efectos de la sequía, por ejemplo, se focalizarán de diferente forma en los diversos puntos del estado.


Con el registro de temperatura media más alto de los últimos 20 años en Puebla, la primavera que hoy termina se convirtió en la más caliente de las últimas dos décadas en la entidad, esto de acuerdo con datos abiertos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

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Mediante una minuciosa revisión efectuada por este diario a la base de datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se identificó que, durante marzo, abril y mayo de 2024, el estado acumuló una temperatura promedio de 22 grados Celsius (°C), siendo este el registro más elevado de los últimos 20 años.


Francisco Javier Sánchez Ruiz, doctor en Ingeniería Química por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) e integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), consideró que el calentamiento global, así como el acelerado incremento del parque vehicular y otras fuentes de contaminación fijas, además de la degradación de superficie forestal en Puebla, son las principales razones tras el aumento de calidez en la entidad.

Por su parte, Jerónimo Chavarría Hernández, maestro en Ciencias por el Colegio de Postgraduados (Colpos), sostuvo que la ascendencia en la temperatura del estado será una constante en los próximos años, en caso de que no se generen acciones para aminorar la expulsión de gases de efecto invernadero. Además, enfatizó que el comportamiento climático en Puebla durante las últimas 20 primaveras es atípico, pues el crecimiento superó cualquier estimación matemática hecha a partir de las condiciones climáticas del planeta.

Crece temperatura promedio en primavera de 2024

A partir de una revisión hecha a los datos acumulados de temperatura promedio por entidad federativa, que publica mensualmente la Conagua, se identificó un crecimiento térmico en Puebla durante los meses contenidos en la primavera.

De esta manera se observó que durante las dos décadas pasadas el clima en primavera subió 3 °C, al pasar de 19 a 22 °C, de 2004 a 2024.


Entre 2004 y 2013 el parámetro se fijó en 19 °C durante los meses de marzo, abril y mayo. Luego éste subió un grado Celsius, y se mantuvo de esta manera hasta 2023. Únicamente en 2020 la temperatura media en primavera fue de 21 °C.

Por otra parte, la Conagua detalló que la temperatura máxima promedio registrada en primavera de 2004 en Puebla fue de 25 °C. Para 2024 esta cifra incrementó a 31 °C, es decir, el calor ascendió 6 grados Celsius entre ambos periodos.

Efecto invernadero, tras el aumento de temperatura

En entrevista con este diario, Sánchez Ruiz, catedrático de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), expuso que los recientes cambios climáticos atienden una serie de ajustes de la región, derivado de la presencia de gases de efecto invernadero y del propio calentamiento global.

“Una de las características que observamos de esta primavera fue que las temperaturas comenzaron a incrementar y hubo días específicos donde se tuvo temperaturas bastantes elevadas. Esto se debe principalmente al cambio climático (...) que no solamente se está presentando en Puebla, sino que está ocurriendo a nivel mundial”, señaló el experto.

Esto quiere decir que, si bien la primavera de 2024 fijó un nuevo récord climático en Puebla durante las últimas dos décadas, en los próximos años se prevé que la temperatura crezca en igual o mayor proporción, esto en comparación con lo observado hasta ahora.

Otro de los fenómenos previstos con el aumento de calidez en suelo poblano, esto de acuerdo a los modelos climáticos y matemáticos desarrollados por el académico de la UPAEP, es la modificación de las estaciones del tiempo, es decir, que los diversos periodos térmicos se alteren, y ello agudice la formación de condiciones extremas.

Infografía: El Sol de Puebla

Sánchez Ruiz mencionó que un ejemplo de este cambio se observará a finales del presente año, cuando, en medio del invierno, se registren temperaturas históricamente bajas.

Respecto a las consecuencias de este fenómeno adverso, el investigador señaló que hay al menos dos factores vinculados al aumento de temperatura en Puebla, así como el resto del país y mundo, durante los últimos años, particularmente en 2024.

El primero de ellos es la deforestación, ocasionada esencialmente por las quemas agrícolas, tala furtiva y sobreexplotación de los recursos maderables. Según el académico, la pérdida de superficie forestal en Puebla deriva también en la fractura de los sitios de infiltración hídrica, lo que, junto con el calor, agudiza la desertificación del suelo.

Según datos de Global Forest Watch, una iniciativa internacional de supervisión forestal con reconocimiento mundial, entre 2001 y 2023 Puebla perdió 71 mil hectáreas de superficie arbórea. Esta cifra demostró que durante ese periodo la entidad perdió 7.2 por ciento de su cobertura vegetativa. Esto también generó la emisión de aproximadamente 34.1 miles de toneladas de dióxido de carbono (CO₂).


Del mismo modo, el investigador de la UPAEP señaló que en los últimos años creció el parque vehicular del estado, lo que genera más gases de efecto invernadero, propios de la combustión de las unidades. Dichas sustancias provocan, entre otras cosas, la generación de domos de concentración de calor.

“Aquí en Puebla, uno de los factores que más ha contribuido a estos gradientes de temperatura es el incremento de las fuentes móviles generadoras de gases efecto invernadero, ¿qué significa? Que el parque vehicular ha incrementado de manera sustancial a nivel estatal, lo que ha provocado que las temperaturas incrementen”, apuntó.

Análogamente, Sánchez Ruiz sostuvo que, a la par del incremento de temperatura, algunas actividades esenciales, como la producción de alimentos, tendrán afectaciones en la entidad. Lo anterior debido a que el recurso hídrico necesario para su funcionamiento disminuirá, pues el calentamiento de la atmósfera incide también en la erosión del suelo.

“Se ve un panorama gris, porque las presas no han alcanzado su nivel, o están por debajo de sus niveles (...) Esto es importante porque básicamente habrá momentos donde van a tener que detener el caudal que están suministrando, a nivel de las cuencas y ríos, que están alimentando las zonas agrícolas”, añadió.

De acuerdo con el experto de la UPAEP, la elevada temperatura registrada durante esta primavera es una situación “grave”, que todavía no escala a un punto “crítico”. Esto debido a que en la actualidad existen soluciones para prevenir el descontrolado crecimiento de fuentes móviles y fijas de contaminación, así como para proteger la superficie forestal del estado, entre otras.

La primavera de 2024 fijó un nuevo récord climático en Puebla. Foto: Archivo / El Sol de Puebla

Cambios superan estimaciones

Al respecto, Chavarría Hernández, también investigador de la Universidad Iberoamericana Puebla, enfatizó que, hasta hace una década, los modelos matemáticos y climáticos a nivel global señalaban que, frente al calentamiento global, el incremento térmico sería de máximo .5 grados Celsius cada 10 años. No obstante, en el estado las primaveras tuvieron un incremento de 3 °C solamente durante ese periodo.


“No es normal. La tendencia de los últimos años es que va en aumento, y si no se previene uno con actividades que no produzcan gases de efecto invernadero o que exacerben el cambio climático la tendencia va a ser la misma (...) Muchos estudios se han quedado cortos y ha aumentado más de lo que se esperaba”, sostuvo.

En ese sentido, el especialista subrayó que no existen condiciones naturales para que un sitio acelere su calentamiento a ese grado. Dicho de otro modo, las condiciones climáticas adversas que vive el estado, que son idénticas a la del país y el mundo entero, son principalmente atribuibles al efecto invernadero.

“Todos estos procesos de aumento de temperatura se han acelerado mucho más y están pasando más rápido de lo que esperábamos”, subrayó.

Ante dicho contexto, el académico sostuvo que el calentamiento de Puebla configura una situación atípica, lo que traerá como consecuencia la agudización de las sequías y los fenómenos naturales, como tormentas, entre otras.

Finalmente, Chavarría Hernández destacó que las personas con mayor precarización económica serán las que sufran en mayor intensidad los estragos de esta condición climática. Además, destacó que los efectos de la sequía, por ejemplo, se focalizarán de diferente forma en los diversos puntos del estado.


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