Miguel Ángel de la Rosa, habitante de la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, esperó 33 años para representar a Jesús en La pasión y la muerte de Cristo. “Mi madre quería verme así”, dijo, pues el sueño que este año cumple no era únicamente de él, también de ella.
Desde los 12 años de edad, Miguel Ángel inició su participación en la obra que representa cada año la muerte de Jesús en Semana Santa. Fue su hermano quien lo introdujo a esta tradición, desde entonces, anhelaba ocupar el papel principal.
Su madre siempre lo apoyó, hasta hace 10 años que perdió la vida. “Mi mamá estuvo 23 años conmigo en cada recorrido, supo que algún día iba a poder estar acá, bendijo a mi hermano y hoy me bendice a mí desde arriba”, expresó.
Los golpes reales y el cargar una cruz de madera de 120 kilos durante un poco más de dos kilómetros no representa ningún miedo para él. Presumió que para este papel no debe prepararse de forma física, sino de forma espiritual.
“La fe es la que nos motiva, me dicen que cómo puedo cargar la cruz, que no puedo, que estoy delgado, pero les digo que en los ensayos que hemos tenido cargué y recorrí la cruz y me llega a pesar la mitad de lo que en verdad pesa”, compartió.
Miguel tiene actualmente 45 años, pese a su experiencia adentro de la agrupación que este año representa la procesión, nunca cargó la cruz antes, no tuvo una dieta diferente, se dejó crecer el cabello hasta el cuello, y fue esporádicamente al gimnasio, todos sus compañeros confían en que hará un papel excepcional. “Es la fe”, repitió.
Ser Jesucristo en la Romero Vargas es el sueño de todos los que traen en las venas el catolicismo, ostentó. No hay mayor satisfacción para una familia de la colonia que ver a uno de los suyos participar, pero aún más cuando éste integrante logra ser el papel principal.
“Desde que mi madre murió mis dos hermanas se convirtieron en mis protectoras y me acompañaban a cada recorrido. Ahora que me ven así lloran porque saben que estaré en carne propia viviendo lo que nuestro Señor, para mi esto es un sueño cumplido”, compartió.
Para poder participar, aseguró que lo primero es “sentirse digno”, esto gracias a su devoción católica, donde incluso presumió que peregrinó a la Ciudad de México para visitar a la Virgen de Guadalupe en su Basílica.
Miguel fue elegido para ocupar este papel unas semanas antes de que iniciara el 2020, sin embargo, la llegada de la pandemia por Covid-19 truncó temporalmente su anhelo, pues todas las festividades religiosas se pausaron en la colonia.
Ahora, tendrá la oportunidad de ocupar este papel durante el 2023 y 2024, según marca el reglamento de la agrupación que dirige esta obra.
“Para mí esto es un sueño cumplido, fui escogido por mi antigüedad, es una emoción muy grande, y más aquí en la Romero Vargas, donde nací, voy con fe y con la bendición de mi madre”, compartió.
“La historia te sumerge”
“Durante los ensayos no pude evitar llorar cuando me quitan a Jesús, sé que es una obra, pero te hunde” compartió Ana Quintero, quien a sus 18 años tomará el papel de María, madre de Cristo, durante este recorrido.
Ella ingresó gracias al interés que demostró su padre y su tío en la procesión, por ello, desde los 11 años incursionó en la obra como una esclava.
“Me siento muy digna de representar un papel muy grande, desde que venía y ensayaban las escenas quise participar, es un sentimiento de felicidad y también de tristeza, porque el papel trae una carga emocional muy fuerte”, dijo.
Algo similar expresó Miguel Bello Gonzalez, quien por el contrario, representará un papel opositor en la obra, pues será el encargado de “crucificar” a Jesús y colocarle la corona de espinas, la cual es de espinas originales según detalló.
Miguel Bello tiene 15 años de trayectoria en esta tradición, y al igual que Ana, su padre fue quien le dejó el gusto de participar. Los trajes de todos los actores también son un reflejo de esta herencia, pues la mayor parte de ellos fueron utilizados por sus familiares en años pasados.
“El casco que usaré es de latón, era de mi padre, y ahora que puedo usarlo para mi es un gran orgullo, sobre todo porque cargo con la responsabilidad de cuidar un objeto que es muy especial dentro de mi familia” señaló.
Los días de este evento están cada vez más cerca, y junto con ellos la emoción de los habitantes, quienes han logrado sentir la misma nostalgia que aquel día en que Jesús falleció, coincidieron los actores, quienes hicieron un llamado a visitar este recorrido, el cual es parte de la tradición y la cultura religiosa que alberga la entidad poblana.