En Puebla se busca tipificar como violencia todos los actos dirigidos a dominar, someter, controlar o agredir a las mujeres en una relación afectiva, de romance, enamoramiento o noviazgo, en los cuales se ejerce violencia psicológica, física o sexual forzada a fin de presionar, manipular o maltratar.
La iniciativa ingresó este jueves en la sesión del Congreso local y fue presentada por el diputado de Encuentro Social, Miguel Trujillo de Ita, la cual consiste en adicionar la sección séptima denominada “de la violencia en el noviazgo” al capítulo II del Título Segundo, así como el artículo 23 ter de la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado.
El legislador refirió que, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) del INEGI, el 54 por ciento de las mujeres de 15 años o más fue obligada a dejar de hablar o emitir su opinión y el 45 por ciento toleró ser incomodada al referirle que “engañaba al novio”.
Además, el 54 por ciento sufrió control o dominio en sus movimientos o decisiones, el 49 por ciento de ellas fue obligada a cambiar su forma de vestir, el 47 por ciento fue avergonzada o menospreciada, el 49 por ciento estuvo vigilada o espiada y el 46 por ciento vivió intimidación durante el noviazgo.
Citó que datos estadísticos sobre la violencia física arrojaron que 37 por ciento de las mujeres soportó empujones o jalones de cabello, 23 por ciento golpes con las manos u objetos, al 14 por ciento le lanzaron objetos, 10 por ciento toleró ahorcamientos o asfixia, 9 por ciento recibió patadas, 4 por ciento tuvo lesiones con cuchillos o navajas y 3 por ciento fue herida con arma de fuego.
De igual forma, el 68 por ciento de las mujeres fue víctima de violencia sexual, manifestando que su novio le exigió tener relaciones sexuales pese a su negativa, lo cual implica una manipulación en extremo opresiva, que en una relación sentimental denigra y menoscaba sus derechos fundamentales.
Incluso, las marca ante sus familiares, amigos, conocidos y sociedad como culpable. Según el diputado local, estas cifras resultan alarmantes, ya que además de ser frecuentes se pone de manifiesto que las relaciones en el noviazgo están siendo cada vez más violentas en una pretensión de demostrar de forma consciente o inconsciente dominio o autoridad sobre las mujeres.
Trujillo refirió que estudios señalan que, prevenir conductas de abuso entre las parejas jóvenes, puede contribuir de manera inmediata a su bienestar y a largo plazo en el de los adultos en que se convertirán, de sus relaciones y familias.
ANTESALA DE FEMINICIDIO
Sostuvo que esta modalidad de violencia suele incrementarse conforme la relación se prolonga o se hace más seria, o bien en la medida en que se establece en mayores edades, pasando desapercibida porque se piensa que son exageraciones o un mito, sin embargo puede ser precursora de la violencia que se ejerce en el ámbito conyugal e inclusive la antesala de un feminicidio.
La iniciativa fue turnada para su estudio y resolución a las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales y de Igualdad de Género.