En los últimos cinco años, Puebla ocupó el primer lugar a nivel nacional entre los estados con menor porcentaje de población inmigrante, es decir, donde reciben menos habitantes de otras entidades de México. A la vez, fue el quinto lugar que mayor población expulsa a otras partes del país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID).

A decir de especialistas, esto es el reflejo de que la economía de otros estados del país crece con mayor aceleración y, en consecuencia, resulta atractivo para su población irse a vivir a otros sitios a conseguir buenas ofertas de trabajo.

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De acuerdo con el documento, Puebla tuvo una pérdida, también conocido como saldo migratorio negativo, del 0.4 por ciento, que representa la salida de 24 mil 17 personas de los 6 millones cuatro mil 278 ciudadanos, de cinco años de edad o más, que habitan en Puebla. En tanto, solo el 1.9 por ciento de su población, del mismo rango de edad, pertenece a otras entidades, que representa a 114 mil 81 personas.

Mar Estrada Jiménez, coordinadora de la licenciatura en Economía y Finanzas de la Universidad Iberoamericana Puebla, afirma que este resultado es un signo desaceleración económica en Puebla, ya que, de acuerdo con el documento del Inegi, el cambio u oferta de trabajo es el principal motivo de este fenómeno.

“Si Puebla está expulsando población y no está recibiendo quiere decir que se está deteniendo el desarrollo económico, la generación de empleos y esa es una de las razones por las que la gente migra hacia otras entidades”, refiere.

Por su parte, Anselmo Chávez Capó, académico de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), opina que este fenómeno también está relacionado con el nivel de salarios que se ofrecen en Puebla, el cual puede resultar bajo en comparación con los estados con menor grado de saldo migratorio negativo.

“Los sueldos que se están ofreciendo actualmente en Puebla no son mejores que los que se ofrecen en otros estados, ya no son tan competitivos como en otras realidades, por eso la gente se está yendo a la parte centro y norte del país”, explica.

Cabe mencionar que el estado del país que presentó mayor ganancia de habitantes fue Baja California, con el 3.8 por ciento de su población y, la segunda entidad con el porcentaje más bajo de población inmigrante (que provienen de otras partes de México) fue Chiapas) con el 1.6 por ciento.

Migración afecta disponibilidad de especialistas

A decir de los académicos, el saldo migratorio negativo de Puebla puede tener un impacto en sus recursos humanos especializados, es decir, que por la búsqueda de mejores opciones de trabajo, Puebla esté perdiendo especialistas en diversas áreas.

“Esto puede tener un impacto negativo en el potencial productivo del estado, pues te quedas con mano de obra calificada y puedes empezar a carecer de ello. En consecuencia, empieza el síntoma de no crecimiento laboral y mucho menos generación de empleo”, advierte.

Puebla, al ser de los estados con mayor fuerza en educación superior, es impulsor en la formación de futuros especialistas en diferentes áreas de trabajo, sin embargo, este reciente estudio revela que dichos profesionistas no se quedan a vivir en el estado.

“La población en Puebla podría abastecer a la industria, el sector secundario y primario si estuviera preparado de la manera adecuada”, señala Capó.

Otro impacto de este fenómeno es visible a nivel social, ya que en las zonas o municipios que son expulsores de población hay un impacto en sus comunidades, por ejemplo, la inseguridad y la desintegración social, apunta Mar.

Acciones para mejorar

Los especialistas coinciden en que este fenómeno tiene diversos orígenes: la pobreza, bajos salarios, falta de trabajo, entre otros. Sin embargo, existen acciones que se pueden poner en marcha para regular el saldo migratorio negativo en Puebla.

Mar Estrada recomienda que, para notar un cambio favorable en estas cifras, es necesario que el Estado ponga atención en los niveles de vida de su población, así como a los rubros de pobreza, generación de empleos y, especialmente, en la atracción de inversiones a Puebla, pero no solo en la zona metropolitana, sino también en otras regiones de la entidad.

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“Esto es importante, porque si no es así no hay otra opción que migrar, porque no hay detonantes económicos o la gente no tiene suficientes ingresos para tener un nivel de vida digno o adecuado”, finaliza.