Puebla es uno de los estados que más embarazos adolescentes registran a nivel nacional, pues ocupa el segundo lugar con más casos de gestación en personas de entre 15 y 19 años; mientras que en menores de entre 10 y 14 años, es el tercer lugar de todo el país, reveló la Secretaría de Salud federal.
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A decir de Natalí Hernández, directora del Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social (CAFIS), este panorama es preocupante ya que pueden estar relacionados con la desigualdad, desinformación y violencia de género. Por ello, urgió la necesidad de mejorar las políticas públicas de forma coordinada entre los diferentes niveles de gobierno.
La dependencia nacional detalló que durante enero a junio de este año se registraron 27 mil 226 embarazos en el estado de Puebla, de los cuales cuatro mil 766 se documentaron en infantes y adolescentes es decir, 17.5 por ciento.
Se destacó que cuatro mil 576 fueron en jóvenes de 15 a 19 años, lo que se tradujo en 16.8 por ciento de las mujeres que se convirtieron en madres este año en territorio estatal.
Esto ubicó a la entidad poblana en segundo lugar nacional con mayor número de embarazos adolescentes, tan solo fue superada por Estado de México que documentó ocho mil 681 casos.
Por otro lado, la dependencia de salud reportó que 190 niñas de 10 a 14 de edad que residen en la entidad se convirtieron en madres. Esto representó apenas el 0.6 por ciento de los embarazos totales.
No obstante, a nivel nacional se convirtió en el tercer estado con mayor número de embarazos en infantes. El primer lugar lo ocupó el Estado de México con 265 casos, seguido de Chiapas con 237 niñas que se convirtieron en madres.
En entrevista para El Sol de Puebla, la activista en derechos sexuales y reproductivos señaló que estos datos ponen en evidencia que las estrategias implementadas para atender este fenómeno deben fortalecerse e involucrar a más dependencias estatales.
Desde su perspectiva, se debe buscar un lenguaje apto para las personas de esas edades con el objetivo de acercar, mediante campañas de prevención, información objetiva y clara que puedan incorporar a su aprendizaje y evitar hablar desde una mirada adulta.
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Agregó que, además de la Secretaría de Salud, también se deben sumar otras dependencias como educación, igualdad sustantiva y otras involucradas en temas de género, esto para que se hable de educación integral, sexualidad y prevención de la violencia al interior de las familias.
