Este primero de septiembre arrancó el mes del testamento, que tiene como objetivo fomentar la planificación patrimonial y asegurar que los bienes familiares sean distribuidos de acuerdo a los deseos de la persona después de su fallecimiento.
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Mediante una publicación en el Periódico Oficial del Estado (POE) se dio a conocer que la entidad poblana se sumó a la campaña nacional “Septiembre, Mes del Testamento” que brinda a las familias una serie de facilidades para que realicen este trámite a un costo accesible y con ello evitar problemas familiares y jurídicos.
El abogado y docente de la Escuela Libre de Derecho de Puebla, Jonathan Carlos Amaro Hernández, señaló que el testamento es un instrumento legal que se otorga ante un notario, en el que se expresa la voluntad de una persona sobre el destino que tendrán sus bienes para después de la muerte y que garantizar la seguridad jurídica de los seres queridos.
¿En qué consiste el programa?
El académico explicó que a lo largo de los 30 días de este mes todas las notarías del estado deben brindar facilidades para realizar los testamentos, como asesoría jurídica gratuita y reducción de costos.
El costo notarial para la elaboración de un testamento público es de mil 800 pesos, es decir que los notarios no pueden exceder este monto al cobrar por este servicio.
Los requisitos para tramitarlo son:
Llenar la solicitud que es entregada por el notario público.
Tener 18 años cumplidos.
Estar en pleno uso de las facultades mentales.
Manifestar su voluntad, sobre los bienes, proporción y beneficiarios de la herencia de manera clara.
Proporcionar datos generales: nombre completo, fecha y lugar de nacimiento; nacionalidad, estado civil y, en caso de ser casado, determinar bajo qué régimen patrimonial y domicilio actual.
Cubrir el pago de los derechos correspondientes.
A través de esta liga se puede consultar la notaría más cercana para realizar el testamento: https://www.notariadomexicano.org.mx/directorio-de-notarios/
¿Qué pasa si no hago testamento?
Amaro Hernández señaló que al no hacer un testamento, la ley determina quiénes serían los herederos y en qué proporción, lo que puede desembocar en problemas familiares, así como el inicio de un juicio sucesorio intestamentado, que es un proceso largo, desgastante y costoso, para determinar el reconocimiento de herederos que puede no coincidir con la voluntad de la persona que falleció.
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