Puebla se sumó a las labores del macrosimulacro que tuvo lugar en el país para conmemorar los sismos del 19 de septiembre 1985 y de 2017. Fue el segundo estado con mayor participación en cuanto a número de inmuebles, solo por debajo de la Ciudad de México, informó el secretario de Gobernación, Fernando Manzanilla Prieto.
Durante conferencia de prensa, desglosó que fueron personas de 10 mil 857 inmuebles las que participaron; destacan tres mil 592 edificios de los tres niveles de gobierno, más de cuatro mil escuelas, 730 unidades médicas y más de dos mil instalaciones particulares.
En el desalojo de Casa Aguayo participó el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, el propio secretario de gobernación y los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública, Miguel Amezaga Ramírez, y José Alfredo González, comandante de la XXV Zona Militar.
González y Barbosa coincidieron en que no solo se debe estar preparados para prevención en materia de sismos, sino de otros eventos naturales, como la explosión del Popocatépetl o contingencias por lluvias. El encargado de la XXV Zona Militar añadió que la milicia está preparada para colaborar en emergencias, mediante estrategias como el Plan DN-III-E.
ESTA VEZ SÍ FUE EN SERIO
En estaciones de radio se escuchó la alerta sísmica. Un par de usuarios de la Ruta 2000 que iban distraídos, se preguntaron si estaba temblando, pero minutos antes el locutor había dicho que sería un ejercicio nacional en conmemoración de movimientos telúricos de años atrás.
El resto de los pasajeros tomaron con seriedad el asunto y, algunos de ellos se quedaron pensativos.
Simultáneamente, en Casa Aguayo, sede del gobierno estatal, las autoridades salían a la vía pública para participar en el ejercicio preventivo.
A diferencia del simulacro de 2017, donde los ciudadanos reían y salían lentamente de sus edificios, esta vez, los participantes lucían un poco menos sonrientes, pues saben que la naturaleza es impredecible.
