En tan sólo seis años, de 2016 a 2023, los municipios poblanos que hasta hace poco eran los únicos considerados Pueblos Mágicos en la entidad crecieron su capacidad hotelera en 91 por ciento, de acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo (Sectur) federal.
A decir de Claudia Marín Berttolini, académica de la licenciatura en Administración Turística de la Universidad Iberoamericana Puebla, estos resultados favorables son gracias al éxito que ha tenido el programa de Pueblos Mágicos. Desde su perspectiva, los más beneficiados con esta política han sido los propietarios de pequeñas y medianas empresas.
En entrevista, la profesora defendió que dicho programa federal ayudó a que los productores regionales de artefactos o servicios con vocación turística, como las artesanías o la gastronomía, lograran profesionalizarse e incursionar como empresarios del ramo.
“Ha sido una muy buena iniciativa, pues [lo que se planteó fue] fomentar el turismo local y nacional en tiempos cortos (...) los Pueblos Mágicos fueron concebidos con esa idea de desplazamientos cortos para estancias cortas; personas que van en fin de semana a un destino. Y también lo que buscan es implementar (...) la profesionalización de los servicios”, compartió la especialista.
Además, resaltó que, en las localidades más alejadas de la capital del estado, el impacto ha sido más favorable para los negocios medianos y pequeños, que muchas veces son administrados por familias.
No obstante, la catedrática, quien ostenta una maestría en Finanzas por la Ibero Puebla, indicó que, aunque el programa tiene múltiples beneficios palpables, el mecanismo de asignación de recursos federales no es completamente transparente. Por lo tanto, reconoció que se deben revisar los lineamientos para fiscalizar el dinero que el gobierno otorga a los ayuntamientos para mejorar su imagen, rehabilitar espacios turísticos, etcétera.
Repunta actividad hotelera en Pueblos Mágicos
De acuerdo con datos extraídos de la plataforma Datatur, los primeros 10 Pueblos Mágicos de la entidad, Cuetzalan, Zacatlán, Pahuatlán, Chignahuapan, Cholula, Tlatlauquitepec, Xicotepec, Atlixco, Huauchinango y Tetela de Ocampo, registraron, en enero de 2023, un total de 210 mil 328 cuartos de hotel disponibles.
En comparación con la cifra más antigua que ofrece el portal de la Sectur federal, que se generó en 2016, la capacidad hotelera incrementó 91 por ciento, pues hace seis años todos esos municipios solamente contaban con 109 mil 876 habitaciones disponibles.
En 2023, los municipios que tuvieron el mayor crecimiento de cuartos de hotel fueron Zacatlán, llegando a las 45 mil 330 habitaciones; y Chignahuapan, alcanzando los 37 mil 518 cuartos. También San Andrés y San Pedro Cholula se incluyeron en este listado, pues, aunque por separado no alcanzaron el mismo crecimiento que los dos municipios mencionados, en conjunto acumularon 45 mil 896 habitaciones.
Otro dato con el que la Sectur federal evidenció la detonación de la actividad turística en esas demarcaciones beneficiadas con el distintivo de Pueblo Mágico es el de la llegada de visitantes.
En enero del presente año, todas esas localidades registraron la llegada de 90 mil 125. En comparación con enero de 2016, la afluencia de turistas se elevó 38.5 por ciento.
Para la maestra Marín Berttolini, estos resultados se asocian al desempeño que ha tenido la industria turística en los Pueblos Mágicos, respecto a su capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y métodos de alojamiento, como es el caso de la plataforma Airbnb.
Además, sostiene que, en el caso particular de los destinos poblanos, muchos de ellos se adaptaron correctamente a las exigencias de las nuevas generaciones en cuanto a experiencias, es decir, diversificaron su oferta turística.
Programa puede incentivar gentrificación
La profesora de la Ibero Puebla precisó que, aunque no es alto, existe el riesgo de que condiciones como la gentrificación, que habla del encarecimiento de la vivienda y la apropiación cultural de un lugar, puede hacerse latente con la llegada masiva de turistas.
Aunado a ello, reconoció que las propias características del programa de Pueblos Mágicos, particularmente los lineamientos para estandarizar la imagen urbana de las localidades con estos distintivos, propician que se modifique la dinámica tradicional de un lugar.
“Sí hay cuestiones de homologación que no atentan, pero sí preocupan en alguna medida (...) La gentrificación está latente al recibir estos flujos de personas con un capital económico que a lo mejor va a generar derrama económica, pero también efectos negativos”, señaló.
Nuevos Pueblos Mágicos deben contar con un plan de desarrollo
Por su parte, la maestra en Dirección y Gestión de Negocios Gastronómicos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Anadilene Batiz Zambrano, reconoció que, ahora que Huejotzingo y Teziutlán se incluyeron en el listado de Pueblos Mágicos, ambas demarcaciones deben diseñar un plan de desarrollo turístico municipal.
Contar con esta serie de lineamientos ayudará, no sólo a que se encamine el éxito de las localidades elegidas por la Sectur federal, sino que también se evitarán consecuencias negativas, como la gentrificación, entre otros.
Desde su perspectiva, el programa de Pueblos Mágicos planteó desde su origen, hace más de 20 años, posicionarse como una estrategia para garantizar el desarrollo sustentable de las localidades que, aunque ofrecen una amplia gama de opciones turísticas, no son tan mediatizadas, como los destinos de playa, por ejemplo.
En ese tenor, la catedrática puntualizó que el éxito tras dicha estrategia no depende de “suerte”, sino de la capacidad y voluntad que tienen los gobiernos para plasmar los objetivos.
“Está bien que se sumen (más lugares al programa) siempre y cuando el municipio tenga un plan de acción favorable en comunicación hacia el exterior, hacia la comunidad y el cómo se pretende que lo experimente el turista una vez estando en el Pueblo Mágico (...) Si no se tiene claro sería difícil que el pueblo se represente de manera proactiva”, defendió la académica.
Finalmente, es importante destacar que, de acuerdo con un estudio realizado por la dependencia federal, en 2018 los Pueblos Mágicos aportaron un valor agregado de 3 millones 405 mil 773 pesos a la producción total de la entidad ese año.