Puente peatonal en San Francisco Totimehuacan se convierte en foco de inseguridad

Lo que hace poco más de 20 años se convirtió en un apoyo, ahora representa un peligro constante para los vecinos de San Francisco Totimehuacan

Martha Cuaya / El Sol de Puebla

  · viernes 2 de agosto de 2024

El puente se trata de un paso casi obligatorio, pues es el más rápido a pie y por el que cruzan diariamente alrededor de 100 personas. Foto: Julio César Martínez / El Sol de Puebla

El cruce constante en un puente peatonal se ha convertido en un foco de inseguridad en el barrio de San Juan perteneciente a la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacan en Puebla, donde los vecinos han sido víctimas de asaltos, sustos y hasta desaparición de menores de edad.

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Se trata de un paso casi obligatorio, pues es el más rápido a pie (entre 15 y 25 minutos) y por el que cruzan diariamente alrededor de 100 personas para poder llegar a su trabajo, la escuela, clínicas, lugar de abarrotes y demás establecimientos que son necesarios para su vida diaria.

No obstante, lo que hace poco más de 20 años se convirtió en un apoyo, ahora representa un peligro constante, pues dicha estructura metálica que cruza el río Alseseca conecta con una zona de campo en la que hay una vivienda abandonada que es utilizada por los delincuentes para esconderse y asaltar a quienes pasan por ahí.

Colonias del sur de Puebla, las más afectadas por robo habitación. Foto: Archivo / El Sol de Puebla

Además, esta construcción también sirve como refugio de jóvenes que llegan a consumir drogas y de vez en cuando espantan a quienes caminan cerca del lugar. También, la hierba alta ha sido un factor que estos sujetos aprovechan.

Lo más grave de esta situación, que ya ha desesperado a los vecinos, es que hace tiempo una menor de edad desapareció, una pequeña que tras cruzar esta estructura no se le volvió a ver.

Al respecto, María del Rosario, colona de la zona comentó que su hijo fue casi víctima de un secuestro, pues relató que después de encaminarlo al puente, el menor se encontró con un sujeto que lo golpeó, sin embargo, el pequeño pudo escapar. Aunque actualmente lo contó de manera tranquila, señaló que esta circunstancia pudo pasar a mayores.

Insistió en que este puente ubicado en la calle Francisco I Madero y calle del Río Alseseca sirve para el paso de más de 200 familias del barrio de San Juan, así como de la colonia Valle del Pirul, pero cada vez más se ha convertido en un peligro, pues no hay rondines de policías ni de las autoridades competentes.

No tiene mucho que uno de mis niños se iba a la escuela, yo lo encaminé y de aquel lado lo agarró un señor, le dio un golpe, por suerte logró defenderse y se lo regresó y se fue. Imagínese si le hubiera pasado otra cosa, es muy inseguro ya esto declaró.


Añadió que los delincuentes aprovechan para que, con armas blancas, les quiten dinero y celulares a quienes pasan en horarios como de 6:00 a 8:00 de la mañana, de 12:00 a 14:00 horas y de 19:00 horas en adelante.

Eva, otra de las colonas, también se sumó a la urgencia de que las autoridades les hagan caso, ya que siempre cruza por dicho puente y ha sabido de numerosos asaltos. Aunque han querido dejar de pasar por ahí no es conveniente, puesto que al ir por otro camino, que también es inseguro, tardan casi una hora caminando.

Una de mis sobrinas le tocó un asalto (...) la agarraron por la espalda, ella iba para el trabajo. Tenemos que vivir con ese miedo”, dijo.

Esta situación no ha sido cosa menor, puesto que anteriormente los delincuentes cruzaban por el puente hacia las casas aledañas y entraban a robar, por ello es que incluso en dicha zona los vecinos colocaron rejas para protegerse.

Cada vez más se ha convertido en un peligro, pues no hay rondines de policías ni de las autoridades competentes. Foto: Julio César Martínez / El Sol de Puebla

Crean grupos de vecinos vigilantes

Ante este panorama peligroso Luz María una de las madres de familia del barrio de San Juan compartió que se han organizado entre los ciudadanos que viven en el área para crear los grupos de vecinos vigilantes.

Casetas de vigilancia, usadas por ladrones como guaridas. Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla

Señaló que cuando llegan a escuchar que alguien pide auxilio o pasa una situación extraña salen y apoyan a quien así lo requiera, pero se necesita de elementos de la policía municipal o auxiliar.

Los rateros, eso sí está muy peligroso, unos vecinos dijeron que no nada más es un ratero, sino varios que andan armados (...) en lo que va del año llevamos como 20 asaltos expuso Luz María.

A su vez, María del Pilar, quien llega a utilizar este puente en más de cinco ocasiones al día mencionó que para sumar esfuerzos y combatir la inseguridad algunos ciudadanos se organizan y cortan la hierba, pero en temporada de lluvias crece más de lo habitual, por lo que a veces el esfuerzo es insuficiente. Por lo que al igual que los demás vecinos pidió que no se haga caso omiso a este problema que cada vez se vuelve más grave.

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