Cada vez hay menos puentes peatonales en la zona metropolitana de Puebla y los que quedan se encuentran en malas condiciones. Eso es lo que expusieron habitantes del municipio de Puebla que habitualmente utilizan esas estructuras metálicas para atravesar vialidades muy transitadas. Un recorrido realizado por El Sol de Puebla evidenció el mal estado en que se encuentran al menos cinco puentes.
Los usuarios de estas estructuras señalan que al cruzar por ellos se encuentran expuestos a toparse con alambres oxidados que se desprenden de las mallas ciclónicas que los recubren y tropezarse con escalones rotos que en algunos casos han sido reparados con pedazos de solera.
La basura es otra problemática ya que las bases son usadas como tiraderos de desechos, donde se encuentran desde bolsas negras, árboles secos, llantas usadas hasta televisiones viejas.
EN LA RECTA
En la Recta a Cholula, al ser una vía de gran velocidad, el uso de los puentes peatonales es una necesidad, tal como señalan miembros del Club deportivo Familiar de la Wolkswagen ubicado en la lateral de la Recta.
José Ramírez, de 57 años, trabajador jubilado, quien acude de martes a domingo al deportivo, señala que el puente que conecta la parada de los autobuses con dicho club se encuentra en muy mal estado, particularmente señala la falta de ocho escalones, de los cuales solo quedan varillas expuestas de lo que hasta hace no mucho fue un escalón de cemento, situación que dificulta la subida o bajada del puente particularmente para mujeres y niños.
Tanto el señor Ramírez como la señora María Esther Fernández, de 65 años, también usuaria del deportivo, piden a las autoridades de gobierno que sea reparado el puente para evitar accidentes.
La falta de alumbrado por las noches es otra problemática en la zona.
Antonio Guerrero, encargado de seguridad del lugar, narró que hace unos meses una joven le pidió ayuda después de haber sufrido un robo al cruzar por el puente.
DEBEN ELEGIR ENTRE SER ATROPELLADOS O ASALTADOS
En la Prolongación de la Reforma, en la 45 Norte, las personas prefieren cruzar la avenida “corriendo” en lugar de usar el puente. “Solo de verlo me da mala espina”, asegura Bernabel, trabajador de la construcción.
Gloria, de 16 años, es otra transeúnte que cruza esquivando los coches. “Es que ahí (en el puente) se drogan y me da miedo”, expone y se une a la denuncia de Darío, de 15 años. Ambos son alumnos de un bachiller cercano.
El riesgo de ser atropellados es alto, sin embargo, indican que es preferible correr el riesgo a ser asaltados o bien a que los maten.
Por su parte, Rosario Aparicio, de 53 años, decide cruzar el puente a diario, hasta dos veces al día. “Prefiero hacerlo rápido a que me maten”. Eso a pesar de tener que soportar la basura y el mal olor que emana del lugar debido a las heces fecales que recubren el piso.
A pesar de todo, los usuarios indican que los puentes son necesarios y que si no se ocupan no es porque no sirven, sino porque están en malas condiciones, tal como señala Miguel Aparicio, de 34 años. “Mantenimiento y alumbrado es todo lo que necesitan”, señala el entrevistado.
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