Por novena ocasión, la Feria del Mole está presente en la comunidad de San Lucas Atzala, perteneciente al municipio de San Andrés Calpan. Aquí, el sabor de este platillo poblano es único, aseguran las cocineras tradicionales del lugar, pues su elaboración se distingue de otras regiones del estado.

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Emilia Ventura, de Moles Ayicthic, aprendió a preparar el mole desde su niñez gracias a su madre y su abuela, quienes le enseñaron esta receta única. En entrevista con El Sol de Puebla, afirma que quien visite esta feria y deguste uno de estos platillos, se lleva al paladar una herencia familiar.

En esta comunidad el mole no es endulzado con chocolate ni con ajonjolí, mucho menos con azúcar. Para darle ese sabor, las cocineras agregan a este platillo el dulzor del plátano macho.

“Estamos muy felices de estar acá, de compartir nuestra receta con las personas que nos visitan, cada persona que venga tendrá la oportunidad de probar nuestro mole, una tortilla o un tamal”, expresa.

Marisela Medina, de Mole Doña Mary, comparte que otro distintivo de este mole poblano es la proteína que utilizan. A diferencia de otras recetas, en esta ocupan el caldo de guajolote o gallina criolla para darle consistencia.

“Aquí no escatimamos para nuestros platos, damos la garantía del sabor pero también de la calidad”, agrega.

Decenas de personas, de dicha comunidad y de otras partes del estado, se dieron cita en esta feria ubicada a 45 minutos de la capital poblana, en donde, además de tener la oportunidad de probar el sazón de seis diferentes cocineras tradicionales, pueden degustar otros productos locales.

Esta feria está ubicada frente a la iglesia de San Lucas Atzala, y estará abierta los días 29 y 30 de junio desde la mañana y hasta agotar el último plato de mole. En el sitio también se ofrecen variedad de nieves artesanales, mezcal, artesanías y botanas.