Hasta tres operativos para evitar los apartalugares se realizan diariamente en inmediaciones del Hospital de Especialidades Manuel Ávila Camacho, mejor conocido como “San José”, aseguró la directora de Control de Tránsito, del Ayuntamiento de Puebla, María del Rayo Ramírez Polo, quien destacó que regularmente se retiran botellas de agua o de algún otro líquido con el que pretenden controlar los espacios de estacionamiento.
“Durante el día, conforme vamos viendo cómo funciona la zona, hacemos dos o hasta tres operativos de retiro, si estamos encontrando botellas de agua que colocan en la zona del hospital y tenemos ya servicios establecidos que forman parte de los elementos que están en la estrategia de los trabajos en el Centro Histórico que están atentos evitando esa práctica”, declaró en entrevista.
Cabe mencionar que El Sol de Puebla ha difundido que en los alrededores del Hospital San José ha incrementado el apartado de lugares a partir de las obras de rehabilitación que el ayuntamiento capitalino realiza en calles del Centro Histórico, ya que la necesidad de cajones de estacionamiento se ha trasladado a otras vialidades del norte.
La directora de Control de Tránsito fue cuestionada sobre la aplicación de multas para los franeleros que realizan el apartado de cajones de estacionamiento; sin embargo, evitó mencionar cuántas infracciones se han levantado argumentando que los operativos buscan inhibir esta práctica desde temprana hora del día.
“Se están haciendo los retiros por la mañana, es decir, nuestro trabajo está siendo más preventivo que reactivo, estamos buscando que no haya apartados, con lo cual estamos buscando limpiar la zona y evitar que haya quejas porque la gente no se puede estacionar”, dijo.
Agregó que los operativos contra el apartado de lugares se realizan en diversos puntos de la ciudad, sobre todo en vialidades que tienen mayor vocación comercial como la 25, 31 y 43 Oriente Poniente, así como la Avenida Juárez, no obstante, se da prioridad al centro.
Respecto a las agresiones que llegan a recibir los elementos de tránsito al implementar este o cualquier otro operativo, Ramírez señaló que no ha habido de tipo físico pero aquellas de tipo verbal son una constante, de tal forma que el uso de las bodycam ha permitido vigilar el contacto que tiene el personal con los ciudadanos.
Finalmente, expresó que las sanciones económicas por faltar al respeto o agredir verbalmente a un elemento van de las 12 a 20 Unidades de Medida y Actualización (UMAS), es decir, de mil 244 a 2 mil 74 pesos.