Deterioro en las unidades, falta de precaución por parte de los choferes y escasez de rutas en algunas colonias, son algunas de las quejas en las que coinciden los usuarios del transporte público quienes, por las mismas razones, no aceptan el incremento al pasaje que la Secretaría de Movilidad y Transporte aprobó este domingo.
Aunque la mayoría de las personas ya tenían conocimiento del posible aumento que se haría a la tarifa, muchos otros se mostraron sorprendidos ante esta nueva medida que, aseguraron, afecta considerablemente los bolsillos de las familias.
La señora Blanca Margarita Pineda, habitante de Barrios de Santa Catarina, comentó que, en el caso de esa colonia y otras colindantes, carecen de unidades suficientes que ofrezcan un servicio constante, pues aseguró que únicamente hay una línea de transporte a la que tienen que esperar hasta 15 minutos y cuando lo hace, ya pasa llena.
“Muchas personas se van colgando de las puertas porque tienen que llegar a su trabajo y, a como dé lugar, se suben. En el caso de la ruta 2010, los concesionarios no dejan que entre otra ruta por acá, pero tampoco aumentan el número de unidades para ofrecernos un mejor servicio, además, algunos de los camiones carecen de mantenimiento”, compartió.
Indicó que sería viable aprobar una tarifa especial para los estudiantes tal y como lo hacen con las personas de la tercera edad, sin embargo, consideró que otro sector de la población quedaría vulnerable, como es el caso de las familias que tienen varios hijos y que carecen de un automóvil propio.
“Hay varias colonias populares, como esta, donde la economía no da para que tengan un carro. Aquellos que no son estudiantes o personas de la tercera edad también sufren porque tienen que transbordar o pagar varios pasajes, y con este aumento, les pega todavía más”, agregó.
La señora Guadalupe Aquino, vecina de la colonia, coincidió en el hecho de que este aumento les afecta económicamente debido a que no hay un incremento en los salarios, pero sí en los productos y servicios, en este caso del transporte público.
“Yo creo que sí nos afecta a muchas familias. En mi caso, tengo cuatro hijas y las cuatro estudian, entonces, un aumento de dos pesos, casi tres, sí afecta porque es un servicio que se utiliza a diario. Si me preguntas por el servicio, aquí tardamos hasta 20 minutos y siempre va súper lleno. Quieren aumentar el pasaje, pero el servicio es pésimo”, indicó.
La señora Guadalupe de la Colonia Villas del Refugio, agregó que otro de los problemas a los que se enfrenan al interior de las unidades son los asaltos, así como los malos tratos que los conductores ofrecen a los usuarios. Aseguró que en reiteradas ocasiones le ha tocado que antes de terminar de abordar la unidad, estos aceleran provocando accidentes y, si llegan a reclamar, no los bajan en las paradas correspondientes.
Las denominadas “carreritas” que hacen entre los conductores, fue otra de las quejas en las que coincidieron los poblanos, con las cuales, dijeron, ponen en riesgo a la población, en especial a los niños y mujeres embrazadas que también suelen ser usuarios frecuentes del transporte.
Alejandra Moguel, quien utiliza las rutas que transitan por el Boulevard Municipio Libre, dijo que sí hay unidades en buen estado y choferes educados que conducen con precaución; no obstante, consideró que este aumento es excesivo tomando en cuenta que el porcentaje de unidades semi-nuevas es menor al de aquellas que denotan deterioro.
“Hay de todo, desde buenas unidades y choferes cuidadosos, hasta unidades que se ven de lo más viejas, que van haciendo ruidos que te hacen pensar que en cualquier momento te van a dejar tirado”, indicó.