Las reliquias de Santa Margarita de Alacoque - clavícula, una costilla, un pedazo de cerebro y una rosa de oro- serán albergadas en Puebla del 22 al 24 de agosto, simultáneamente, la Arquidiócesis de Puebla celebrará la ordenación de tres sacerdotes y 14 diáconos, de los cuales cuatro serán permanentes.
En conferencia de prensa el obispo auxiliar de Puebla, Felipe Pozos Lorenzini, explicó que desde hace dos meses peregrinan las reliquias de la Santa por México y provienen de Francia, mismas que serán trasladadas en toda la ciudad en automóviles particulares escoltados por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) sin provocar cierres viales.
En la Arquidiócesis de Puebla, además de la Catedral, serán recibidas en Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, San Judas Tadeo, Nuestra Señora de la Candelaria, Cristo Rey, las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres así como El Cielo y Nuestra Señora del Camino.
A esta Santa se le conocen como la vidente del Sagrado Corazón de Jesús, porque recibió sus revelaciones. El Papa Pío IX la declaró beata en 1864 y Benedicto XV la canonizó en 1920.
Pozos Lorenzini afirmó que la Iglesia está consciente de que la violencia que se vive en la sociedad provoca dolor y sufrimiento, lo cual, también es causa de la indiferencia al dolor ajeno y las necesidades de los demás.
De acuerdo con el líder religioso la principal intención de estas reliquias es recordar a los fieles que no se pueden alejar de amor misericordioso de Dios. Por esta razón hizo un llamado a aprovechar estos días para entrar en un periodo de oración y reflexión al tener de frente las reliquias.
“Qué es tiempo de retomar la paz, mirarnos los unos a otros como hermanos, que la paz inicia en el corazón de cada uno y después se irradia a los demás”, concluyó.
¿QUIÉN ES SANTA MARGARITA DE ALACOQUE?
De acuerdo con el portal Aleteia a Santa Margarita de Alacoque se le debe la devoción universal al Sagrado Corazón de Jesús luego de que se le apareciera cuatro veces, la primera ocasión en 1673 y con ello se convirtiera en mensajera de Cristo.
En una de sus apariciones Jesús se le mostró “ardiente como un sol, llorando la ingratitud de los hombres tras los dolores sufridos por ellos. Entonces pidió dos actos de reparación hacia su divino Corazón: la comunión cada primer viernes de mes, y la hora de adoración cada jueves por la tarde, en memoria de su agonía en el Getsemaní”.