A unos días de que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) defina a su candidato o candidata a la gubernatura de Puebla, el senador Alejandro Armenta Mier recurrió a la publicidad subliminal para posicionar su nombre a través de una empresa que vende autos y de espectaculares en donde visualmente se destaca el apellido del aspirante morenista.
El anuncio se ubica en plena capital poblana, sobre boulevard Valsequillo a la altura de Ciudad Universitaria y en él se puede apreciar la leyenda “Armenta automotriz. Seguridad y Confianza”, con el apellido del senador como imagen predominante en la publicidad.
No se trata de la única promoción irregular que tiene que ver con el senador de Morena, pues antes se reportó en redes sociales una barda con la leyenda “Alejandro Armenta para gobernador”, acompañada del logotipo de Morena.
El aspirante se deslindó de esta barda e interpuso una queja ante el Instituto Nacional Electoral (INE) en contra de quien resulte responsable de promocionarlo a su nombre con la intención de afectarlo.
ANTECEDENTES DE PUBLICIDAD SUBLIMINAL
Esta no es la primera vez que un candidato o aspirante recurre a este tipo de publicidad para posicionar su nombre entre los ciudadanos, pues el primero en hacerlo fue el excandidato del PRI a la presidencia municipal de Puebla, Mario Montero Serrano, quien en la campaña de 2010 usó la marca de la camioneta “Montero” para promocionarse.
En 2013 ocurrió algo similar con el entonces candidato de la coalición “Puebla Unida” a la presidencia municipal de Puebla, Antonio Gali Fayad, mejor conocido como “Tony Gali” y que usó la marca de la empresa Tacos Tony para posicionar su imagen. La publicidad se ubicaba en el transporte público con el mensaje “todos nos elijen por ser los mejores”.
Para que la autoridad electoral sancione este tipo de publicidad subliminal se requiere de una queja, que no ha sido presentada hasta el momento, y comprobar la relación entre la empresa y el aspirante, de lo contrario, no habría medidas cautelares para bajar la publicidad, sancionar al aspirante o la obligación de reportar esos gastos como gastos de campaña.
Otra modalidad de promoción que se encuentra en los límites de la legalidad son las entrevistas en revistas, que, a diferencia de una entrevista con un fin periodístico, buscan promocionar la imagen del entrevistado destacando sus cualidades y dedicando sus portadas al protagonista.
Estos casos fueron recurrentes en los últimos dos procesos electorales y aunque hubo denuncias de por medio, nunca se aplicó sanción alguna con el argumento de que el medio ejercía su libertad de expresión y de que no se aportaron pruebas de una relación comercial entre el entrevistado y el medio de comunicación.