XOCHIAPULCO, Pue.- Hace 155 años, los campesinos de Xochiapulcofueron llamados a enlistarse para defender a su pueblo. No dudaronen hacerlo pese a que carecían de preparación para combatir ysolo contaban con machetes, piedras, algunos mosquetes y máuseres.Hoy, para la historia oficial, los soldados que procedían deZacapoaxtla fueron los verdaderos héroes de la Batalla del 5 deMayo de 1862 pese a que estos son vistos por las comunidadesaledañas como traidores que apoyaban los invasoresextranjeros.
Celerino Xalteno Arellano tiene 84 años y es bisnieto de JuanXalteno de la Cruz, un hombre que salió de su comunidad paracombatir al Ejército Francés en la batalla de Puebla, que estedía se conmemora.
La leyenda de Juan Xalteno sobrevive en la familia, tanto que sihoy hubiera otra guerra, don Celerino querría participar, aún consu edad, porque así es él y así es su pueblo: con raíces delucha y defensa.
La comunidad, cuyo nombre significa flor que nace en el río delacantilado, tiene la influencia del maestro Raúl Isidro Burgos–exdirector de la Normal Rural de Ayotzinapa-, pues allíinauguró la Normal Rural Basilio Badillo, en 1935, escuela en laque impartió clases, pero que años más tarde fue cerrada.
Además de tener un modesto museo, los pobladores se encargan derecordar el proceso histórico del que descienden, pues cada añohay un desfile en el que el presidente municipal tiene queparticipar, portando el atuendo tal como el ejército que combatióen el Siglo XIX.
El municipio con sus cuatro mil habitantes no ha tenido el lugarque merece, ni en la historia ni el presente, refirió el regidorDesiderio Rivera, pues se ejercen menos recursos que hace dos años(de nueve millones la cifra pasó a solo cinco millones anuales departicipaciones federales), lo que perpetúa la pobreza y rezago delos pobladores, quienes no tienen otra opción productiva quededicarse al campo o emigrar.
LOS ZACAPOAXTLASTRAICIONARON
La tradición oral en Xochiapulco señala que los habitantes dela cabecera municipal de Zacapoaxtla, con amplia influencia de laiglesia católica, no apoyaban la defensa del territorio. Por ello,en las batallas que se libraron en la Sierra Norte (como las dePuebla de 1862 y 1863, o la de Tlapacoyan en 1865) tuvieron comoprincipales participantes a vecinos de Tetela de Ocampo,Tlatlauquitepec, Ixtacamaxtitlán y de las juntas auxiliares deZacapoaxtla.
“Los del centro de Zacapoaxtla siempre fueron traidores a lasluchas que sostenían los serranos; los de Xochiapulco lucharonunidos con los de Tetela de Ocampo porque ese fue el lugar dondeestaban agrupadas las fuerzas de la Sierra Norte. El 5 de mayo seganó la batalla pero la guerra continuó y hubo otras luchas”,relató Celerino Xalteno.
Celerino Xalteno Arellano vive en un predio de 25 hectáreas,que es solo una porción de lo que el entonces general, JuanFrancisco Lucas, le otorgó a su bisabuelo Juan Xalteno por haberparticipado en las justas. Los demás descendientes fueronfraccionando el resto del terreno.
Fue hasta el año 2012 –a petición de un joven estudiante dela Universidad de las Américas Puebla- que al municipio deXochiapulco se le concedió el distintivo de “heroico” porparte del Congreso del Estado. El regidor Desiderio Rivera señalóque antes de ello, solo se le daba el crédito a Zacapoaxtla.
Por esta confusión histórica, a la fecha, los gobiernosmunicipales de Xochiapulco y Zacapoaxtla, tienen cierta rivalidad,igual que los pobladores; sin embargo, la discordancia de ideas, notiene repercusiones.
GUARDAN HONOR A SUSHÉROES
Además de hacer una representación cada 4 de agosto, de laquema de la ciudad que ocurrió en 1865 para evitar que las fuerzasimperiales francesas la tomasen, los habitantes del municipiorecuerdan con ahínco cada 5 de mayo.
Una comitiva de autoridades municipales, alumnos y maestros,viaja a Puebla para desfilar el 5 de mayo. Sus trajes deben serde manta, como los que usaron sus ascendencias; deben vestirhuaraches, sombrero y portar un machete enfundado.
Debido a su traslado a la ciudad capital, los xochiapulcastransfieren su desfile local al 3, 4 o 6 de mayo.
Para ejemplificar la relevancia de la fecha, Desiderio Riveraexplicó que en el 2016, el entonces gobernador Rafael Moreno Valleinvitó al presidente municipal, Franz Alexander Alejo Sánchez, atomar parte en el presídium. No obstante, el edil rechazó laoferta porque hubiera sido una ofensa para la población.
“Si el presidente municipal rechaza la tradición del pueblo,al llegar aquí, yo creo que sería desterrado por los pobladoresporque nos tomamos en serio nuestra raíces”, dijo el regidor.También dijo que hoy a las 16:00 horas, llegará a Xochiapulco lacomitiva que desfiló en Puebla, y serán recibidos con una comida,pues honran a la comunidad y a los soldados serranos.
En el museo comunitario, la población resguarda dos cañonesque decomisaron a los franceses en 1865. Uno de ellos se encuentraen la zona histórica de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe.
Hay fotografías y otros objetos relacionados con losmovimientos sociales del municipio.
PRESENTE DE UN PUEBLOOLVIDADO
La carretera estatal Teziutlán-Acajete carece de señalamientosque indiquen cómo llegar a Xochiapulco. Pese a los atractivos comola cascada La Gloria, su tirolesa y algunas cavernas, el municipiopermanece oculto ante el turismo, pues solo hay una víapavimentada para llegar, que es justamente desde Zacapoaxtla.
El territorio no tiene conexión directa con municipios comoZautla, Tetela de Ocampo, Zaragoza y Xochitlán, pues los caminosque conducen son de terracería. Eso complica el intercambiocomercial y el turismo.
La fruticultura (con higos, peras, manzanas o aguacate) noalcanza para vivir. Ahí, los campesinos prefieren no cultivar yver los campos llenos de peras descompuestas porque saben que seenfrentan a malbaratar sus productos. La población subsiste por elcomercio interno y las remesas que envían sus paisanos.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de DesarrolloSocial (Coneval) indica que en el municipio hay tres mil 911habitantes. De ellos, el 80.2 por ciento se encuentra en pobrezamoderada o extrema.
Con base en los datos de 2010, el 48.1 por ciento de lasviviendas no disponen de drenaje, mientras que el 32.6 por cientode las casas, tienen piso de concreto. En tanto, el 9.7 por cientode las casas, no disponen de energía eléctrica.
Don Celerino Xalteno explicó que en las poblaciones de losalrededores, se conocía a la comunidad por la cultura y lafortaleza, aunque cuando desapareció la Escuela Normal, lasgeneraciones comenzaron dificultades para trasladarse a otrascomunidades.
Datos del Coneval señalan que 71.8 por ciento de la poblaciónde 15 años o más, tiene educación básica incompleta.
Los entrevistados coincidieron en que sería difícil cambiar lahistoria que se cuenta en los libros de texto, aunque lospobladores de la región, conocen una versión que susdescendientes llevan en la sangre.