Reclaman atzalenses reconstrucción de su templo, rechazan uno nuevo

El temblor del 19 de septiembre de 2017 arrebató la vida de 12 personas tras la caída de la cúpula de la iglesia

Marco A. Mirón

  · viernes 20 de septiembre de 2019

Foto: Bibiana DÍaz

Atzala. - El temblor del 19 de septiembre de 2017 no solamente arrebató la vida de 12 personas tras la caída de la cúpula de la iglesia del siglo XVII, también despojó de su identidad religiosa a la comunidad que reclama a las autoridades la reconstrucción de su inmueble histórico, en lugar de levantar una nueva parroquia cuyo diseño moderno lo desaprueban.

A dos años de la tragedia el recuerdo sigue fresco entre sus habitantes. Tal es el caso de Victoria Montiel Tello, quien reconoce que se deprime por la mañana cuando abre la ventana de su casa y observa el templo semidestruido.

En Atzala, sus pobladores casi no quieren hablar de lo ocurrido porque es un tema doloroso que los ha dejado marcados para siempre. Tratan de acostumbrarse porque cada 19 de septiembre vienen los recuerdos que dejó muertos y también a familias con casas destruidas y otras con daños estructurales sin recibir hasta el momento apoyo gubernamental para repararlas.

Es imposible olvidar la tragedia y basta acercarse al zócalo de este municipio enclavado en la mixteca poblana y observar la iglesia de Santiago Apóstol casi destruida, sin que exista un proyecto gubernamental ni aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su reconstrucción.

MOLESTIA Y NOSTALGIA

Los pobladores están molestos y preocupados porque conforme avanzan los días, cada vez se deteriora la fachada y muros laterales que resistieron los efectos del movimiento telúrico, pero las cuarteaduras cada vez son más notorias.

“Cuando llueve y hace viento, bien se oye como azotan las puertas del templo y llega a oírse como algunas piedras se desprenden, tal parece que al gobierno no le interesa su rescate y está dejando que se venga abajo nuestra iglesia”, señala con cierto disgusto Alicia Jirón, quien vive justo enfrente del templo.

Doña Victoria Montiel Tello, pide a las autoridades recuperar esta iglesia histórica que tiene arraigo entre la comunidad que ha asistido por generaciones a rezar, a escuchar misa, casarse o a un bautizo.

“Yo me deprimo demasiado por las mañanas cuando abro la ventana y lo primero que veo es la destrucción de nuestra iglesia que cobró la vida de 12 inocentes personas que estaban en un bautizo”, explica con nostalgia.

Además, le viene el sentimiento porque hace un par de meses falleció su hermano Sergio, quien fue sacristán en ese evento religioso del 19 de septiembre de 2017 y fue uno de los sobrevivientes.

Doña Victoria da por terminada la entrevista por estar a punto del llanto, aunque exige la restauración de la iglesia ante el riesgo que pueda venirse abajo lo que queda de la iglesia.

Alicia Jirón, vive enfrente del templo del siglo XVII y reconoce que ya no le dan tanto sentimiento, pero siempre estará recuerdo de la muerte de 12 personas hace dos años.

“Trato de no pensar en lo ocurrido y me acostumbro a ver la iglesia casi destruida cada vez que subo al techo a colgar la ropa, no puedo hace nada más que seguir con la vida al igual que el resto de mis vecinos”, revela en entrevista sin descuidar sus quehaceres domésticos.

NO QUIEREN LA NUEVA IGLESIA

Habitantes del municipio de Atzala se pronunciaron en contra de la construcción de la nueva parroquia cuya primera piedra fue colocada el pasado 29 de agosto. La inversión en una primera etapa se estima de cuatro millones de pesos a cargo de empresarios, la Fundación Jenkins y la Arquidiócesis de Puebla.

Aunque está a cinco calles de la iglesia original, los pobladores están inconformes porque ahora les están quitando su identidad religiosa porque el nuevo inmueble carece de los elementos y figuras tradicionales que se tienen en cada pueblo, además la calle de acceso está sin pavimentar.

Apoyaron sus versiones en los planos que fueron colocados en las mallas de la parroquia provisional levantada hace un año, donde se observa lo que será la fachada que se asemeja a una casa moderna de dos pisos, con una cruz a un costado del patio.

“Si de por sí la gente no viene a misa a la iglesia que está aquí en el zócalo, tampoco lo hará a la nueva que está lejos y sin la calle pavimentada”, cuestionó Enrique Martínez.

La inconformidad se ha visto traducida en la poca participación del apoyo económico voluntario fijado en mil pesos por adulto, para adquirir el terreno tasado en un millón 300 mil pesos, de los cuales, ya se hizo un enganche de 200 mil pesos.

Doña Margarita de la Cruz dijo que ya aportó sus mil pesos, sin que le hayan dado recibo o comprobante, esperando que el dinero no sea desviado a otras cosas.

Junto a los planos del nuevo proyecto de construir una nueva iglesia, aparece una lista de las personas que ha cooperado, sumando otro abono de 143 ml 963 pesos, de los que más de 52 mil pesos provienen de quienes radican en Estados Unidos y de la aportación del actual ayuntamiento de Atzala.

La alcaldesa Irma Asunción Reyes Sosa, reconoció que es elevado el precio del terreno de poco más de tres mil metros cuadrados, pues debería estar a la mitad, sin embargo, señaló que los pobladores estuvieron de acuerdo con tal de tener su iglesia.

“Podemos decir que se hace leña del árbol caído, pero la gente estuvo de acuerdo en pagar esa cantidad, hubo asambleas y se dio el visto bueno, además que se va a pagar en un año”.

Sobre la queja del diseño del nuevo templo, la presidenta municipal declaró que es necesario ir acorde a la nueva realidad de las cosas y más cuando la construcción será producto de una donación.

Los pobladores mejor piden la reconstrucción de la iglesia en lugar de un nuevo templo, al que le auguran poca afluencia de feligreses.

  • La Comisión Estatal para la Reconstrucción reveló en su último análisis realizado en julio de 2018 que el 64 por ciento de 124 templos afectados por el terremoto del 19 de septiembre de 2017 aún están en proceso de reconstrucción.