Las muertes de Martha Erika Alonso Hidalgo y Rafael Moreno Valle Rosas cimbraron al morenovallismo, grupo político que buscaba permanecer en Puebla durante otros seis años a través de la que fue la primera gobernadora de Puebla. En medio de llantos y semblantes de tristeza de sus colabores y amigos, Luis Banck Serrato, jefe de la oficina del Ejecutivo, exigió que se lleve a cabo una investigación profesional e independiente que no deje lugar a dudas sobre las causas del accidente en el que el matrimonio perdió la vida. Lo anterior en una ceremonia luctuosa que se realizó en su memoria en la Plaza de la Victoria, en la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe.
“¡Justicia! ¡Asesinos¡ y ¡fuera Morena!” fueron algunas de las consignas que lanzaron los asistentes a este acto, al que arribó la secretaria de Gobernación Federal (Segob), Olga Sánchez Cordero, quien acudió en representación del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
Banck Serrato, quien fue edil de la capital por una reforma promovida por Moreno Valle, destacó que recientemente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó el triunfo de Alonso Hidalgo, acusando que a pesar de que ella, su equipo y su logro electoral fueron víctimas de agresiones de diversos actores políticos -en clara alusión a Morena-, nunca se dio por vencida.
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Al sumarse a los vítores de “¡Martha gobernadora!”, Banck soltó que este accidente “atentó” contra la luz de esperanza para contar en el país con un contrapeso democrático efectivo luego de mencionar que la panista tenía la convicción de que los ciudadanos no quieren protagonismos ni pelitos sino soluciones en las que puedan participar.
Mencionó que la propia gobernadora le hizo saber a Sánchez Cordero que era momento de dejar atrás las campañas políticas e iniciar la reconciliación, lo que despertó el malestar de los asistentes, quienes le gritaron “¡fuera! a la representante de López Obrador.
“Reclamamos justicia quienes los conocimos, quienes los queremos y quienes creemos en sus causas. Los reclama y necesita también la paz que Puebla y México merecen. Martha Erika estaba convencida de que las campañas políticas habían quedado atrás y que era la hora de ponerse a trabajar, que era la hora de la unidad y la reconciliación, así se lo hizo saber a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a quien agradecemos su presencia”, externó.
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A decir del funcionario, tanto Alonso Hidalgo como Moreno Valle pudieron dedicarse a actividades distintas a la política; no obstante, aseveró que ambos eligieron el servicio público y el amor por México: “amaban trabajar por la gente y por eso se lanzaron a conquistar el corazón de los poblanos”.
Tras el mensaje de Banck Serrato, se realizaron cuatro guardias de honor por parte de sus familiares, senadores, diputados federales y locales, funcionarios y amigos. En la primera de ellas participó la titular de la Segob, el secretario general de Gobierno, Jesús Rodríguez Almeida, y el exgobernador Antonio Gali Fayad.
En la Plaza de la Victoria se recibieron diversas coronas florales para el matrimonio y las otras tres personas que perdieron la vida en el siniestro. Entre los asistentes estuvieron Marko Cortés y Claudia Ruiz Massieu, líderes nacional del PRI y del PAN, así como los gobernadores de Tlaxcala, Nuevo León, Michoacán, Querétaro, Durango, Aguascalientes, Colima, Tamaulipas, Mérida y Baja California.
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Los que no estuvieron fueron el representante en Puebla de la Federación, Rodrigo Abdala, ni tampoco los diputados locales de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PES); Lizeth Sánchez García, fue la única representante popular de esta alianza que estuvo presente en este acto.
Fotos: Bibiana Díaz, Iván Venegas, Julio C. Martínez y Sandro Franco
