El delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Víctor Hugo Valencia Valera, dio a conocer que el inmueble ubicado en la Avenida Reforma 710 está en “buen estado de conservación, en términos generales”, sin embargo, el organismo podría realizar, a petición del interesado en comprar el edificio, un dictamen para conocer el estado actual del mismo.
En entrevista telefónica el funcionario explicó que la responsabilidad del INAH respecto al inmueble es únicamente normativo, es decir, cuidar que todas las intervenciones a las que sea sometido cuenten con los permisos del INAH toda vez que es considerado dentro del catálogo de Monumentos Históricos.
Lo anterior al hacer referencia a la propuesta de enajenación que pretende realizar el gobierno estatal con el inmueble por intención del ejecutivo estatal y luego de que El Sol de Puebla publicó en su edición de 5 de septiembre que, según la declaración del arqueólogo, Eduardo Merlo, ésta venta requiere el aval de INAH.
Al respecto el delegado señaló: “quiero ser muy enfático porque ese (trabajo normativo) es nuestro ámbito de competencia; legales y de propiedad, le corresponde, ahora sí, a los propietarios o custodios del mismo. Entiendo, por lo que se ha dicho en la prensa que es un inmueble propiedad del estado”.
Cabe recordar que de acuerdo con Protección Civil Estatal algunas de las áreas del inmueble no son aptas para su uso pues tienen daños estructurales evidentes.
Por lo anterior Valencia Valera señaló que en caso de que se lleve a cabo la compra-venta del inmueble, al INAH le correspondería emitir un dictamen para dar a conocer el estado de conservación del inmueble.
“Solamente que quien fuera (el comprador) nos pidiera un dictamen del estado de conservación actual, el Instituto también tiene facultades legales y técnicas para emitir un dictamen, pero en el sentido estricto es la normatividad para la conservación del inmueble”, señaló.
Sostuvo que en los trabajos de restauración que se han realizado se han otorgado los permisos correspondientes a cargo del INAH y en caso de que se planeara realizar nuevas intervenciones este mismo organismo tiene que ser notificado para aprobar, rechazar o modificar los trabajos.
“Al instituto le corresponde la normatividad técnica en materia de conservación del inmueble y, por supuesto, si alguien va a intervenir el inmueble, requiere de una autorización previa en términos de obra y ahí ya ha habido autorizaciones que ha dado el instituto”, puntualizó.