Las reformas en materia electoral y de la Guardia Nacional que impulsa el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sólo abonarían a generar mayor polarización en el país, ya que seguramente se seguiría fortaleciendo el discurso de que aquellos legisladores que no las aprueben son traidores a la patria, coincidieron politólogos de la UPAEP.
En conferencia de prensa, Herminio de la Barquera y Claudia Ramón señalaron que una vez que la primera de las tres propuestas de reforma importantes para el titular del Ejecutivo no logró la aprobación de la Cámara de Diputados, es decir la eléctrica, es más probable que sus otras iniciativas tampoco consigan el respaldo de la mayoría de los legisladores.
En el caso de la Guardia Nacional, de la Barquera explicó que, a su juicio, no es viable que ésta pase a estar a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y opinó que para mejorar las labores de seguridad en el país se debería dejar que las fuerzas armadas se dediquen a sus tareas específicas y fortalecer a las policías a nivel local.
Respecto a la reforma electoral que plantea, entre otras cuestiones, la desaparición de la figura de diputado de representación proporcional, también conocida como plurinuminal, el politólogo agregó que no es viable porque en la democracia de México y otras del mundo esta sirve para generar un equilibrio en el poder legislativo.
Incluso, la politóloga Claudia Ramón consideró que la propuesta de reforma electoral parece más bien una venganza del presidente de la República contra el Instituto Nacional Electoral, debido a las desavenencias que ha tenido con su titular, Lorenzo Córdova, en materia presupuestal y de organización de las consultas ciudadanas.
“Estamos haciendo leyes para coyunturas, leyes para circunstancias y no leyes que tengan una visión de futuro, me explicó, la ley de revocación de mandato se aprobó en septiembre del año pasado, pero antes de llevarse a cabo ya había un decreto por el que se modificaba por ejemplo el tema de la propaganda electoral y ese es un problema, que las reformas se hagan a modo”, dijo.
Ambos coincidieron en que la experiencia de la reforma eléctrica sirvió para que los partidos de oposición dimensionaran el contrapeso que pueden hacer el Gobierno de López Obrador, por lo que de cara a la renovación presidencial de 2024 seguramente se mantendrán en esa postura crítica.