/ jueves 9 de febrero de 2023

Refresquera de Huejotzingo asegura que contaminación al río Xochiac es mínima

Entre las más de 10 industrias situadas en el Parque Industrial San Miguel podría haber algunas que no estén tratando sus aguas y contaminando el río

Varias empresas instaladas en el Parque Industrial San Miguel, que ocupa parte de los municipios de Huejotzingo y San Martín Texmelucan, no están cumpliendo con sus procesos de tratamiento de aguas residuales, lo cual daña e inutiliza los esfuerzos e inversiones de las compañías que sí los realizan, acusa Emmy Añaños Alcedo, analista de Seguridad y Ecología de Ajemex, una de las refresqueras que asegura contaminar de forma mínima el Río Xochiac.

Entre las poco más de 10 industrias situadas en dicho complejo podría haber algunas compañías que no estén tratando sus aguas conforme a lo establecido en la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, y sus líquidos están confluyendo en el mismo drenaje que desemboca en los ríos de la nación. Esto agudiza la coyuntura que atenta contra la seguridad hídrica de la región, sentencia Añaños Alcedo.

“Estamos preocupados por esa problemática, porque nosotros cumplimos, entonces, lo ideal es que todas las empresas ubicadas en el parque industrial cumplan con las mismas exigencias normativas (...) Estamos tranquilos porque sabemos que cumplimos con la normativa, no, pero si pasa que la gente se acerca y dice ‘Oye, no estás cumpliendo’ (...) Sí, nos apena un poco, porque es nuestro esfuerzo”, expone.

El pasado 19 de enero, El Sol de Puebla dio a conocer que el Río Xochiac, que es el raudal más contaminado del estado según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), recibió en 2020, junto al Río Atoyac, poco más de 146 toneladas de contaminantes, entre ellos metales pesados, mismos que abonaron al detrimento de la calidad del líquido.

Esta situación, de acuerdo con la doctora en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigadora de esa misma institución, Regina Dorinda Montero Montoya, es causada por el descuido de decenas de fábricas e industrias instaladas en la región, así como por la escasez de una red hidrosanitaria eficiente que permita a negocios, como lavanderías o distribuidores de materias primas, e incluso viviendas, conectarse al drenaje municipal.

Esto deriva en que la ciudadanía y empresarios viertan sus aguas impuras directamente al río, y se agudicen problemas de salud en la población, sobre todo de tipo cancerígeno.

La compañía indicó que el tratamiento del líquido tiene cinco pasos importantes antes de ser expulsado al drenaje y después al río. Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla

Empresa asegura reducir polución

En la citada publicación periodística se informó que Ajemex, empresa de origen peruano dedicada a la fabricación de bebidas azucaradas como Big Cola y Volt, emitió, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), varios kilos de sustancias tóxicas durante 2020. También se dio a conocer que otras cuatro industrias vertieron, durante ese mismo periodo, sus desechos al Río Xochiac.

Ante ese contexto, la compañía con raíces sudamericanas compartió a esta casa editorial un estudio realizado por el laboratorio Ingeniería de Control Ambiental y Saneamiento (ICAYS), una institución privada dedicada al análisis de las descargas residuales de empresas en todo el país.

En ese documento se demostró que las emisiones contaminantes provenientes de esa empresa hacia el mencionado afluente se redujeron considerablemente en dos años. Por ejemplo, en 2020 generaba 8.3 kilogramos (kg) de plomo, y en 2022 fueron sólo 2.16 kg.

Algo idéntico sucedió con el níquel y el cromo, que, en ambos casos, pasó de 5.7 kg anuales, a 1.2 kg; o con el cadmio, que pasó de 1.8 kg a 0.48 kg. Esto se encuentra dentro de los parámetros de las normas oficiales mexicanas.

Ajemex señaló que lamenta que otras compañías no inviertan lo suficiente para sanear sus aguas residuales. Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla

Modernización de la planta de tratamiento

Pese a que la cifra de polución nunca será cero, Fausto Jiménez Hernández, encargado de Tratamiento de Aguas y Aguas Residuales de Ajemex, reconoce en entrevista que la reducción de la emisión de contaminantes se debe en gran medida a que en 2021 se invirtió capital para reforzar la planta de saneamiento con la que disponen.

Dicha instalación tiene un costo de 1 millón 200 mil pesos anuales, y su operación permite la limpieza diaria de 250 mil litros de aguas residuales. Para ponerlo en retrospectiva, esta compañía extrae 300 mil millones de litros de agua anualmente, desde un pozo que concesionó la Conagua a dicha compañía desde 2002.

En una visita hecha por El Sol de Puebla a dicha planta tratadora, se constató que, aunque no se purifica totalmente el agua utilizada en los procesos de producción para elaborar refrescos y otras bebidas azucaradas, la operación de la misma permite mejorar las condiciones del líquido residual por medio de una serie de procedimientos físico-químicos.

Según lo explicado por Jiménez Hernández, el tratamiento del líquido tiene cinco pasos importantes antes de ser expulsado al drenaje y, eventualmente, a las corrientes del Río Xochiac.

Una vez bombeada el agua residual, la misma es recibida por un tamiz que permite el retiro de impurezas sólidas; después llega a una tina en donde, por medio de procesos químicos, se homogeniza el pH –grado de acidez o alcalinidad en una sustancia–.

Una vez logrado el objetivo se neutraliza el pH del líquido y después se ingresa a una cámara anaerobia. En este sitio, ante la falta de oxígeno, las bacterias retiran los contaminantes orgánicos del agua, principalmente azúcares. Esto reduce la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), uno de los parámetros que mide la Conagua para determinar la toxicidad de un cuerpo hídrico.

Posteriormente, en una cámara opuesta, es decir, se produce oxígeno mediante bombeo. De esta manera se provoca que las bacterias separen los elementos sólidos del agua. Una vez que se sedimentan estos contaminantes, generalmente metales pesados, se envía el agua a una tubería donde se le aplica sustancia clorada y después es enviada al drenaje, pero ya en una tonalidad casi cristalina.

La compañía todavía no cuenta con técnicas para reutilizar sus propias aguas residuales, sin embargo, esperan que pronto sea una realidad. Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla


"Penoso que otras empresas no cumplan"

Por esa razón, ante todo lo que implica esa serie de procedimientos, Jiménez Hernández lamenta que otras compañías no inviertan lo suficiente para sanear sus aguas residuales. Señala que aunque Ajemex realice estas acciones, el líquido contaminado de otros recintos confluye en el mismo drenaje y ello minimiza los esfuerzos que hace la compañía para aminorar la polución de la Cuenca del Alto Atoyac.

“Obviamente la postura de nosotros es un poco incómoda, porque estamos englobados dentro de ese punto donde somos señalados como empresa que no cumplimos, cuando realmente nosotros tenemos normativas que nos nos obligan y nos orientan a mantener una normativa y resultados dentro de parámetros, porque sí tenemos la infraestructura para darlos”, resalta el trabajador de Ajemex.

Acciones futuras

Añaños Alcedo reconoce que la compañía todavía no cuenta con técnicas para reutilizar sus propias aguas residuales, sin embargo, indica que será pronto una realidad, pues el objetivo es poder darle un segundo uso al líquido vertido al río. No obstante, esto requiere de otro tipo de tratamiento e incluso permisos que deben ser otorgados por Conagua.

Señala, además, que la empresa tiene una estrategia para poder reciclar gran parte del plástico que es desechado al consumir sus productos. Sin embargo, todavía no logra reciclar la mayoría de las botellas que son arrojadas a la basura en su destino final. Igualmente, apunta que la empresa buscará que el resto de industrias situadas en el Parque Industrial San Miguel cumplan con las disposiciones en materia de saneamiento.

Por último, es importante recordar que este equipo periodístico constató a inicios de 2023 que, en las cercanías de la Universidad Tecnológica de Huejotzingo (UTH) y del Centro de Salud de Santa Xalmimilulco, existe una tubería deteriorada y colocada de forma irregular sobre el Río Xochiac.

A decir de Miguel Amaro Flores, comisario ejidal de Santa Ana Xalmimilulco, dicha descarga proviene, supuestamente, de los complejos industriales San Miguel y Quetzalcóatl. Y es que el líquido proveniente de este tubo desemboca en tonalidades oscuras, rojizas y hasta blancas. Por ello, El Sol de Puebla buscó en su momento conocer la postura oficial de la Conagua sobre dicha situación, sin embargo, la dependencia no emitió respuesta alguna.


Varias empresas instaladas en el Parque Industrial San Miguel, que ocupa parte de los municipios de Huejotzingo y San Martín Texmelucan, no están cumpliendo con sus procesos de tratamiento de aguas residuales, lo cual daña e inutiliza los esfuerzos e inversiones de las compañías que sí los realizan, acusa Emmy Añaños Alcedo, analista de Seguridad y Ecología de Ajemex, una de las refresqueras que asegura contaminar de forma mínima el Río Xochiac.

Entre las poco más de 10 industrias situadas en dicho complejo podría haber algunas compañías que no estén tratando sus aguas conforme a lo establecido en la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, y sus líquidos están confluyendo en el mismo drenaje que desemboca en los ríos de la nación. Esto agudiza la coyuntura que atenta contra la seguridad hídrica de la región, sentencia Añaños Alcedo.

“Estamos preocupados por esa problemática, porque nosotros cumplimos, entonces, lo ideal es que todas las empresas ubicadas en el parque industrial cumplan con las mismas exigencias normativas (...) Estamos tranquilos porque sabemos que cumplimos con la normativa, no, pero si pasa que la gente se acerca y dice ‘Oye, no estás cumpliendo’ (...) Sí, nos apena un poco, porque es nuestro esfuerzo”, expone.

El pasado 19 de enero, El Sol de Puebla dio a conocer que el Río Xochiac, que es el raudal más contaminado del estado según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), recibió en 2020, junto al Río Atoyac, poco más de 146 toneladas de contaminantes, entre ellos metales pesados, mismos que abonaron al detrimento de la calidad del líquido.

Esta situación, de acuerdo con la doctora en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigadora de esa misma institución, Regina Dorinda Montero Montoya, es causada por el descuido de decenas de fábricas e industrias instaladas en la región, así como por la escasez de una red hidrosanitaria eficiente que permita a negocios, como lavanderías o distribuidores de materias primas, e incluso viviendas, conectarse al drenaje municipal.

Esto deriva en que la ciudadanía y empresarios viertan sus aguas impuras directamente al río, y se agudicen problemas de salud en la población, sobre todo de tipo cancerígeno.

La compañía indicó que el tratamiento del líquido tiene cinco pasos importantes antes de ser expulsado al drenaje y después al río. Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla

Empresa asegura reducir polución

En la citada publicación periodística se informó que Ajemex, empresa de origen peruano dedicada a la fabricación de bebidas azucaradas como Big Cola y Volt, emitió, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), varios kilos de sustancias tóxicas durante 2020. También se dio a conocer que otras cuatro industrias vertieron, durante ese mismo periodo, sus desechos al Río Xochiac.

Ante ese contexto, la compañía con raíces sudamericanas compartió a esta casa editorial un estudio realizado por el laboratorio Ingeniería de Control Ambiental y Saneamiento (ICAYS), una institución privada dedicada al análisis de las descargas residuales de empresas en todo el país.

En ese documento se demostró que las emisiones contaminantes provenientes de esa empresa hacia el mencionado afluente se redujeron considerablemente en dos años. Por ejemplo, en 2020 generaba 8.3 kilogramos (kg) de plomo, y en 2022 fueron sólo 2.16 kg.

Algo idéntico sucedió con el níquel y el cromo, que, en ambos casos, pasó de 5.7 kg anuales, a 1.2 kg; o con el cadmio, que pasó de 1.8 kg a 0.48 kg. Esto se encuentra dentro de los parámetros de las normas oficiales mexicanas.

Ajemex señaló que lamenta que otras compañías no inviertan lo suficiente para sanear sus aguas residuales. Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla

Modernización de la planta de tratamiento

Pese a que la cifra de polución nunca será cero, Fausto Jiménez Hernández, encargado de Tratamiento de Aguas y Aguas Residuales de Ajemex, reconoce en entrevista que la reducción de la emisión de contaminantes se debe en gran medida a que en 2021 se invirtió capital para reforzar la planta de saneamiento con la que disponen.

Dicha instalación tiene un costo de 1 millón 200 mil pesos anuales, y su operación permite la limpieza diaria de 250 mil litros de aguas residuales. Para ponerlo en retrospectiva, esta compañía extrae 300 mil millones de litros de agua anualmente, desde un pozo que concesionó la Conagua a dicha compañía desde 2002.

En una visita hecha por El Sol de Puebla a dicha planta tratadora, se constató que, aunque no se purifica totalmente el agua utilizada en los procesos de producción para elaborar refrescos y otras bebidas azucaradas, la operación de la misma permite mejorar las condiciones del líquido residual por medio de una serie de procedimientos físico-químicos.

Según lo explicado por Jiménez Hernández, el tratamiento del líquido tiene cinco pasos importantes antes de ser expulsado al drenaje y, eventualmente, a las corrientes del Río Xochiac.

Una vez bombeada el agua residual, la misma es recibida por un tamiz que permite el retiro de impurezas sólidas; después llega a una tina en donde, por medio de procesos químicos, se homogeniza el pH –grado de acidez o alcalinidad en una sustancia–.

Una vez logrado el objetivo se neutraliza el pH del líquido y después se ingresa a una cámara anaerobia. En este sitio, ante la falta de oxígeno, las bacterias retiran los contaminantes orgánicos del agua, principalmente azúcares. Esto reduce la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), uno de los parámetros que mide la Conagua para determinar la toxicidad de un cuerpo hídrico.

Posteriormente, en una cámara opuesta, es decir, se produce oxígeno mediante bombeo. De esta manera se provoca que las bacterias separen los elementos sólidos del agua. Una vez que se sedimentan estos contaminantes, generalmente metales pesados, se envía el agua a una tubería donde se le aplica sustancia clorada y después es enviada al drenaje, pero ya en una tonalidad casi cristalina.

La compañía todavía no cuenta con técnicas para reutilizar sus propias aguas residuales, sin embargo, esperan que pronto sea una realidad. Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla


"Penoso que otras empresas no cumplan"

Por esa razón, ante todo lo que implica esa serie de procedimientos, Jiménez Hernández lamenta que otras compañías no inviertan lo suficiente para sanear sus aguas residuales. Señala que aunque Ajemex realice estas acciones, el líquido contaminado de otros recintos confluye en el mismo drenaje y ello minimiza los esfuerzos que hace la compañía para aminorar la polución de la Cuenca del Alto Atoyac.

“Obviamente la postura de nosotros es un poco incómoda, porque estamos englobados dentro de ese punto donde somos señalados como empresa que no cumplimos, cuando realmente nosotros tenemos normativas que nos nos obligan y nos orientan a mantener una normativa y resultados dentro de parámetros, porque sí tenemos la infraestructura para darlos”, resalta el trabajador de Ajemex.

Acciones futuras

Añaños Alcedo reconoce que la compañía todavía no cuenta con técnicas para reutilizar sus propias aguas residuales, sin embargo, indica que será pronto una realidad, pues el objetivo es poder darle un segundo uso al líquido vertido al río. No obstante, esto requiere de otro tipo de tratamiento e incluso permisos que deben ser otorgados por Conagua.

Señala, además, que la empresa tiene una estrategia para poder reciclar gran parte del plástico que es desechado al consumir sus productos. Sin embargo, todavía no logra reciclar la mayoría de las botellas que son arrojadas a la basura en su destino final. Igualmente, apunta que la empresa buscará que el resto de industrias situadas en el Parque Industrial San Miguel cumplan con las disposiciones en materia de saneamiento.

Por último, es importante recordar que este equipo periodístico constató a inicios de 2023 que, en las cercanías de la Universidad Tecnológica de Huejotzingo (UTH) y del Centro de Salud de Santa Xalmimilulco, existe una tubería deteriorada y colocada de forma irregular sobre el Río Xochiac.

A decir de Miguel Amaro Flores, comisario ejidal de Santa Ana Xalmimilulco, dicha descarga proviene, supuestamente, de los complejos industriales San Miguel y Quetzalcóatl. Y es que el líquido proveniente de este tubo desemboca en tonalidades oscuras, rojizas y hasta blancas. Por ello, El Sol de Puebla buscó en su momento conocer la postura oficial de la Conagua sobre dicha situación, sin embargo, la dependencia no emitió respuesta alguna.


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