Entre enero y octubre de este año, Puebla ha registrado un total de 40 feminicidios, de los cuales cuatro involucraron a menores de edad, según el informe más reciente del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
El informe detalla que estos cuatro feminicidios de menores se perpetraron con distintos tipos de armas: dos con arma de fuego, uno con arma blanca y otro más con un elemento no especificado.
➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante
Sin embargo, el reporte no proporciona detalles adicionales sobre las edades exactas de las víctimas ni el municipio donde ocurrieron los hechos. Lo único que precisa es que todos los casos atentaron contra la "vida e integridad corporal" de las niñas y adolescentes.
En cuanto a los feminicidios en general ocurridos durante el año, el SESNSP señala que, en enero, se reportaron dos casos, ambos de mujeres adultas, uno de ellos con arma de fuego y el otro con un elemento aún no identificado.
En febrero, el número de feminicidios aumentó a tres, todos de mujeres adultas, dos con arma de fuego y uno sin especificar el tipo de arma.
Marzo registró un incremento significativo, con cinco feminicidios, uno de los cuales se cometió con arma blanca y el resto con elementos no detallados. En abril, se reportaron tres casos, y en mayo, la cifra subió a siete.
En junio, la cifra disminuyó a cinco feminicidios, mientras que en julio se reportaron seis. En agosto, sólo se documentó un feminicidio, pero en septiembre la cifra volvió a aumentar a ocho casos. Curiosamente, en octubre no se registró ningún feminicidio en el estado de Puebla, según el informe.
¿Qué es un feminicidio?
Un feminicidio es un asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer, que tiene lugar en un contexto de violencia de género. Es un crimen de odio que no solo se caracteriza por la muerte física de la víctima, sino que también implica una serie de actos previos, como el abuso, la violencia sexual, la intimidación, el acoso o la discriminación.
En muchas ocasiones, el feminicidio está precedido de una relación de poder y control por parte del agresor sobre la mujer, lo que refleja una profunda desigualdad de género y una mentalidad misógina.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Este tipo de crimen no es solo un acto aislado de violencia, sino que es el punto culminante de una serie de abusos y de un patrón de agresión que forma parte de una estructura social y cultural que deshumaniza a las mujeres.