Regular la prostitución e incluso legalizarla contribuiría a resolver otros problemas que persisten en la ciudad como es la inseguridad, el narcomenudeo y otras actividades ilícitas que realizan grupos del crimen organizado, consideró Luis Ochoa Bilbao, doctor en Sociología y Director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Afirmó que la experiencia de otros países en la regulación de la prostitución desde hace décadas han mostrado resultados positivos en la disminución de crímenes y victimas derivadas de estas actividades ilícitas.
“Estos experimentos se han llevado a cabo, desde hace muchas décadas, en países con tendencias progresistas como Bélgica, los Países Bajos, Alemania y Brasil. En naciones de corte más conservador como México y España, la prostitución se tolera, no se legaliza pero se tolera. Seguramente muchos crímenes contra las personas podrían evitarse si, en lugar de solamente tolerar la prostitución, se legalizara”, expresó Ochoa Bilbao.
A inicios de febrero el presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, anunció el reordenamiento de las sexoservidoras en el Centro Histórico de la Ciudad de Puebla. Dentro de las propuestas de la autoridad para regularlas estaba ofrecerles alternativas de empleo y la posibilidad de ubicarlas para el ejercicio de su actividad en lugares específicos como hoteles y moteles.
En entrevista, el catedrático analizó la problemática que representa abordar el tema de la regulación de la prostitución tanto en lo social como por las autoridades locales, ya que tiene implicaciones morales y jurídicas.
“Yo pienso que la prostitución, como la pornografía o el consumo de drogas son temas complejos porque conllevan una enorme carga moral, es decir, resulta fácil plantear esos temas desde una óptica maniquea en la que sólo hay buenos y malos, pero el mundo real no es así de simple. Es un problema moral porque se mezclan ideas religiosas y conservadoras que siempre han condenado a la prostitución y que la gente repite sin reflexionarlas. Es también un problema moral porque muchas personas no quisieran que alguien de su familia se involucrara en el mundo de la prostitución, la pornografía o las drogas”, expresó.
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Dijo que la prostitución también es un tema complejo porque toca al mundo de las leyes y de la justicia y que al igual que la pornografía y las drogas, son fenómenos en los que están metidos el crimen organizado y las bandas de traficantes de personas o mafias que controlan esos mercados.
No es fácil llevar adelante un debate público sobre la prostitución y mucha gente prefiere mantener el tema en un plano muy secundario, porque tomar una postura ante la prostitución implica una responsabilidad que a mucha gente le asusta asumir afirmó el Ochoa Bilbao.
Sin embargo, consideró que los beneficios sobre un mercado sexual regulado beneficiaría tanto a quienes lo ejercen como a sus consumidores por la seguridad que representa para la salud, la integridad de las personas e incluso ingresos a las autoridades locales.
“Para los gobiernos, así como los bares y las tabernas, los moteles y los centros nocturnos pagan impuestos, lo mismo pasaría con espacios públicos para la prostitución, lo que generaría recursos para las arcas municipales o estatales. Es decir, quien ejerza la prostitución, quien la consuma y quien la vigile se beneficiarían en un mercado controlado”, explicó el doctor en Sociología.
¿Focalizar la prostitución podría ayudar a las autoridades a abatir otros problemas como la inseguridad y el narcomenudeo?, se le preguntó.
“Es probable que con un control y un censo de la prostitución en algún lugar, el gobierno pueda disminuir otras actividades criminales. Si hay más vigilancia, si hay conocimiento de las personas involucradas, si hay revisiones frecuentes, cualquier gobierno con voluntad podría aprovechar la legalización de la prostitución para mejorar las condiciones de seguridad en general (…)”
“La evidencia que hay sobre los resultados de la legalización de la prostitución, especialmente en Europa, señala que los delitos sexuales, el tráfico de personas, las enfermedades sexuales y otros problemas sí han logrado disminuirse. No desaparecen, pero es claro que en sociedades donde la prostitución se ha legalizado, hay mejores condiciones de seguridad. Ante esa evidencia, considero que en México y en Puebla debemos asumir el debate de la legalización de la prostitución por sus efectos positivos verificables en otras partes del mundo”, Afirmó Ochoa Bilbao.