Álvaro N., Omar N. y Miguel N., son los tres profesores señalados por presuntos actos de acoso y hostigamiento sexual hacia alumnas y docentes del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla, a ellos se suma un integrante del equipo de futbol soccer y el ex alumno Ramsés N, de quien se desconoce el paradero luego de agredir a la familia de su exnovia.
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Ante la presunta omisión de los directivos de la institución privada, estudiantes, padres de familia y una ex profesora se manifestaron ayer en las inmediaciones de la institución privada, esto en el marco del Día Naranja que se conmemora cada 25 de cada mes y que tiene el objetivo de erradicar la violencia de género.
Las mujeres exigieron el despido de los docentes, atención integral a las víctimas, garantías de un ambiente seguro y respetuoso para la comunidad; sin embargo, el Tec fue indiferente con sus demandas ya que, hasta el cierre de esta edición, no emitió ningún pronunciamiento público ni respondió a la solicitud que este periódico hizo a través del departamento de Comunicación Social.
Portando blusas naranjas, con el rostro cubierto, por temor a represalias, y con cartulinas en mano con frases como “El Tec no me cuida”, “Quiero sentirme libre, no acosada” y “Soy la madre de la chica que no vas a tocar”, que colocaron en el muro exterior del inmueble ubicada en la Vía Atlixcáyotl, la ex profesora y las estudiantes acusaron que fueron víctimas de insinuaciones e invitaciones sexuales, tocamientos lascivos, acoso sexual y cibernético por los profesores de la Facultad de Artes, Arquitectura y Diseño (EAAD) del Tecnológico de Puebla.
Profesores acosan y piden fotografías “sexys”, acusan
El primer caso expuesto fue el de Álvaro N., profesor de tiempo completo en Arquitectura, acusado de presuntamente acosar sexualmente a alumnas y docentes, entre ellas a Maricia, que impartía Apreciación del Arte, quien platicó que en repetidas ocasiones la acosó pues le decía frases como, “lo que tú necesitas es que te dé una buena cogida”. Ante esto, decidió investigar más testimonios y el maestro al enterarse le advirtió, “aquí corremos a las que nos tiran mala onda”.
Aunque Maricia reportó las agresiones verbales con Omar N., director de la Facultad, hizo caso omiso y días después directivos del Tec de Monterrey irrumpieron su clase para retenerla en una oficina en el edificio A1508 en donde le informaron sobre su separación del cargo, en agosto de este año, bajo el argumento de una supuesta “previsión de conflicto de interés”.
Otro caso exhibido fue el de Omar “N”, acusado de acoso digital, así como de presuntamente hacer insinuaciones físicas como abrazos lascivos, besos cercanos a la boca, comentarios ofensivos como “esa se puso mejor” y “este semestre están más buenas”.
Paulina, ex estudiante y actual colaboradora de la institución, dijo que comenzó a acosarla a través de mensajes y reacciones inapropiadas a las fotografías publicadas en redes sociales. La situación fue escalando al grado de solicitarle fotos “sexys”, situación que le incomodó.
Cuando esto ocurrió le dio temor de denunciar por posibles represalias y porque Omar presume ser “intocable” debido a la relación familiar que tiene con un ex regidor y ex legislador panista.
Mientras que un grupo de estudiantes denunció públicamente a Miguel N., por buscar tener contacto físico inapropiado con las alumnas, así como miradas lascivas cuando las mujeres visten faldas o vestidos.
Integrante del equipo de fútbol soccer señalado por tocamientos lascivos
Otro caso expuesto a este periódico fue de una alumna de nivel preparatoria, quien acusó a un integrante del equipo de fútbol soccer de hacerle tocamientos lascivos; a pesar de existir pruebas, la institución se limitó a hacerle un llamado de atención.
Narró que se encontraba en el elevador dentro de la institución, mismo que tenía sobrecupo ya que estaba el equipo de fútbol, y a la hora de intentar salir, uno de los jóvenes aprovechó para meter su mano debajo de su falta y agarrarle el glúteo, enseguida los hombres comenzar a reírse, mientras que ella no pudo reaccionar debido al impacto de la situación.
La joven presentó el reporte ante el área jurídica de la universidad en donde fue revictimizada al poner en duda la veracidad de lo sucedido: “Los respectivos directivos me cuestionaron '¿Estás segura que no lo imaginaste?'”, esto a pesar de que, afirmó, la agresión quedó grabada por la cámara en el elevador.
Posteriormente, las autoridades del Tec cerraron el caso sin notificarle y únicamente llamaron la atención a los integrantes del equipo.
También fue exhibido el exalumno Ramsés N., pues en un grupo de mensajería instantánea se exhibió que contaba con antecedentes de violencia reportados ante las autoridades de la institución, pero no fueron atendidas. Actualmente se desconoce el paradero del joven, quien apuñaló a la mamá y hermano de su ex novia.
Protocolo ineficiente
Ante este panorama, las afectadas acusaron ineficiencia en el protocolo de atención por casos violencia de género, ya que, aunque existe más de una decena de denuncias internas por acoso y hostigamiento sexual en la plataforma “ETHOS”, un espacio creado para la atención de víctimas de la comunidad, no se investigan ni concluyen los casos.
Por esto, exigieron a las autoridades del Tecnológico en Puebla realice exámenes psicosociales a todo el personal docente y administrativo que mantiene contacto con estudiantes; la creación de un comité de análisis de casos de acoso y abuso sexual en el que participen de manera activa estudiantes elegidos democráticamente.
Así como el despido de los profesores que han sido señalados de acosar y violentar a estudiantes, también apoyo psicológico, legal y académico a las víctimas, entre otros.
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Cabe mencionar que no existen denuncias por estos casos ante la Fiscalía General del Estado (FGE) pues se mantiene a la espera de que la universidad resuelva de manera interna, pero, en caso de que no suceda, no descartaron acudir a la autoridad estatal.
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