Como un acto de buena fe y con el objetivo de contribuir a la solución de los conflictos entre la Universidad de las Américas y la Fundación Mary Street Jenkins, fue como calificó el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta la renuncia de Armando Ríos Piter como rector interino de la UDLAP.
“Yo debo de decir que tengo aprecio personal por Armando Ríos, que esta decisión de él, la respeto y la valoro en todo el contexto. Sé que lo hace como un asunto de buena fe para contribuir en la solución del conflicto, solamente en lo que respecta al interés de la comunidad universitaria”, declaró en su habitual conferencia de prensa.
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Barbosa Huerta dijo que su renuncia también puede ser con el objetivo de que no haya más obstáculos que impidan el retorno de las actividades presenciales en el campus, ya que, en su momento, se dijo que su rectoría estaba obstaculizando el retorno del alumnado. En este mismo punto, aprovechó para avalar la decisión de Armando Ríos y reiterar su amistad.
“Ya no hay forma de seguir utilizando estas acciones como forma de presión para resolver litigios, que se queden los litigios en el curso legal que deben de tenerse y que la Universidad asuma las condiciones de normalidad para todas las acciones académicas que le corresponden”, agregó.
Para concluir, confirmó que la Secretaría de Educación aún no ha sido notificada para poder desplegar las acciones administrativas que tengan como propósito retomar las actividades en el campus, pero una vez que la dependencia sea notificada formalmente lo harán. “Hay una disposición del gobierno para contribuir a esto”, concluyó.
Fue este 8 de febrero cuando Ríos Piter renunció al cargo de rector interino en la UDLAP argumentando que con ello pretende abonar a que se restablezca la normalidad en el campus; sin embargo, la otra parte en el conflicto legal, es decir, el patronato que preside Margarita Jenkins de Landa, dejó en claro que no ha recuperado la posesión legal de las instalaciones y por lo tanto no es posible retomar actividades presenciales.