En cualquier proceso, el éxito depende del seguimiento. Podemos tener las mejores ideas y emprenderlas, pero si no establecemos marcadores, todo queda en el olvido. Por ello es tan importante el Plan de Desarrollo Institucional (PDI), pues nos fijará el camino para los siguientes años, expresó el rector Alfonso Esparza Ortiz, durante su participación en la mesa de trabajo Complejos Regionales, con la que concluyó la semana de discusiones temáticas para la elaboración de este proyecto para el periodo 2017-2021.
En el Complejo Regional Sur, en Tehuacán, el rector destacó que los indicadores que se elaborarán a partir de las mesas de trabajo sobre regionalización permitirán la reorientación de la oferta al interior del estado, la vinculación con los municipios y consolidar a la BUAP como un verdadero garante de la educación universitaria regional.
“Esa es la riqueza de la consulta: escuchar de viva voz las propuestas de estudiantes, docentes y administrativos”, indicó el rector de la BUAP, al referirse al diálogo que se generó en las mesas de trabajo sobre diversos ámbitos, el cual permitirá la conformación del PDI, que plantea cómo mantener el crecimiento sostenido que hasta ahora ha distinguido a la Institución en todos los rubros, puntualizó.
En materia de regionalización, este documento posibilitará vislumbrar el crecimiento planeado de la Institución; es decir, cómo desarrollar infraestructura y fortalecer la oferta educativa con respeto al contexto, la cultura, economía y vocación productiva.
“Con la reforma normativa para hacer de los complejos regionales unidades académicas, se generó una nueva organización académica. Ahora podrán tomar decisiones para asegurar la pertinencia de cada uno de los complejos, para que correspondan a la vocación productiva de las zonas. Con esta óptica comenzamos procesos de regionalización, más planeados y mejor estudiados”, comentó Esparza Ortiz, al hablar del proceso de transformación de las sedes regionales iniciada hace un año.
Durante dicha mesa de trabajo, docentes, estudiantes y administrativos de los cinco complejos regionales de la BUAP expusieron sus principales problemáticas y propuestas. Algunas de ellas tuvieron respuesta directa por parte del Rector, quien también dio posibles salidas a aspectos planteados, como la necesidad de revisar los planes de estudio y contenidos curriculares, para conferirles mayor pertinencia, estudios para medir la viabilidad de nueva oferta educativa, así como el impulso del nivel posgrado.
En su intervención, Esparza Ortiz sostuvo que en el proyecto de crecimiento de la BUAP al interior del estado, que él emprendió, se ha puesto atención en lo anterior. Prueba de ello es el establecimiento del programa que inicialmente se llamó Medicina Familiar, en Teziutlán, o la presencia que la Universidad hará en Cuetzalan y Zacatlán, con una licenciatura relacionada con economía para apoyar a las cooperativas que ahí se asientan y que son de gran impacto.
“Aunque el primer objetivo es acercar la educación a jóvenes de regiones alejadas, por cuestiones económicas, de seguridad y de movilidad, se busca que quienes egresen se integren en las cadenas productivas de su región. Ese es el sentido: que quienes tengan una formación contribuyan con su trabajo en el desarrollo de sus comunidades”, comentó.
Por esa razón, continuó, en la BUAP se hace un esfuerzo permanente en infraestructura: “cada que se construye un nuevo inmueble en algún campus regional se igualan sus características con las de los edificios de la ciudad de Puebla. Se trata de cumplir con las mismas características para acabar con las desigualdades entre estudiantes del interior del estado y los de la capital”.