En un desayuno americano una persona consume casi mil litros deagua, lo equivalente a 48 garrafones tipo doméstico, que seencuentran intrínsecos en los procesos de producción de losalimentos.
Para producir 200 mililitros de café se necesitan 140 litros deagua, un jugo de naranja requiere de 170 litros, una pieza de pan40 litros, dos huevos 270 litros, 10 gramos de mantequilla 55litros y 50 gramos de jamón 289.5 litros, en total, 924.5 litros,de acuerdo con las mediciones realizadas por la Comisión Nacionaldel Agua (Conagua).
El agua virtual, comentó Lucía González Ávila, enlace deCultura del Agua en Puebla, es la cantidad total de agua dulce quese emplea para la producción de cualquier bien o servicio, esdecir, el agua que no está en el producto en sí mismo y por lotanto no se ve. “Es el agua que no vemos pero que sí la estamosconsumiendo indirectamente, la cantidad que se usa para llegar alproducto final”.
Comentó que toda el agua que se usa para la elaboración de unbien al final se contamina y en pocas ocasiones puede serreutilizada y los últimos datos sobre el tema en México serefieren a 40 alimentos, y no existen mediciones precisas para laelaboración de productos como ropa o vehículos, pues tampocoexiste metodología para hacer los cálculos.
Mientras más se consumen productos y servicios, la cantidad deagua virtual que se usa aumenta. González informó que para haceruna bolsa o una prenda de ropa se necesitan millones de litros deagua y si los compradores lo supieran tal vez dejarían deconsumirlos y las empresas se verían obligadas a suspender laproducción, lo que permitiría el ahorro del recurso hídrico, oque la compañía haga más eficientes sus procesos.
Por desgracia, a pesar de que existen empresas que han hechomás eficiente el uso del agua como FEMSA o Adidas, pues hanreducido su consumo hasta en 50 por ciento, la realidad es que enla mayoría de los procesos no existe un registro que déseguimiento a la cantidad de recurso hídrico que se utilizadurante la elaboración de algún producto o servicio, es decir, lahuella hídrica, resaltó el enlace.
La Conagua ejemplifica que para producir un kilogramo de cafétostado se usan alrededor de 21 mil litros de agua, mientras que,para una tasa normal, de 7 gramos del aromático, se necesitan 140litros de agua. “Suponiendo que una taza normal de café tenga125 mililitros, necesitamos entonces más de mil 100 gotas de aguapara producir una gota de café”, destaca.
CONSUMO SUPERIOR ALPROMEDIO
El organismo indica que en México, el consumo promedio de aguapor persona es de 380 litros al día. Suponiendo que alguien sólotuviera un desayuno, el consumo de agua virtual supera en 163 porciento al promedio diario y si mil litros se usan en la comida yotros mil en la cena, éste se eleva 689 por ciento.
Si una persona consume los 365 días del año un desayunoamericano, estará usando indirectamente 337 mil 442 litros deagua, o 337.4 metros cúbicos, superando en 15 por ciento ladisponibilidad promedio anual que tiene cada persona que habitasobre el Acuífero del Valle de Puebla, que es de 293 metroscúbicos.
González puntualizó que debido a que no existe unametodología precisa para medir todos los procesos de producción,la gente desconoce su huella hídrica, que al final del día daríael monto total de agua virtual consumida, usada para producir losalimentos que come, las prendas que adquiere, o la que usa en lostrayectos a través de un vehículo propio o público.
SE AFECTANACUÍFEROS
De acuerdo con Lucía González Ávila, enlace de Cultura delAgua en Puebla, cuando una persona consume agua en exceso a travésde los productos que consume, le resta disponibilidad a otraregión. “En Pueblatenemos dos acuíferos en veda -que son Valle de Tecamachalco yLibres Oriental- tenemos todavía San Martín, el Valle de Puebla,en Izúcar no hay veda y tampoco déficit, pero si llegamos a unpunto donde dos acuíferos están en veda, podemos llegar a tres ocuatro, realmente el mensaje es que no podemos vivir sinagua”. Los estudios del Instituto Mexicanode Tecnología del Agua (IMTA) señalan que el agua virtual es unaherramienta que debería aplicarse en México, especialmente en lossectores agropecuario e industrial, por medio de los programas yapoyos gubernamentales en marcha, impidiendo, por ejemplo, que sesiembre alfalfa en el desierto, o productos agrícolas eindustriales altamente demandantes de agua en zonas conescasez.
“La mayor parte de nuestro consumo de agua es indirecto, esnecesario conocer las cantidades de agua que se encuentran detrásde la fabricación o elaboración de cada producto”, señala laConagua, mientras que el IMTA dice que: “un riesgo de establecerpolíticas hídricas con base en el agua virtual es la dependenciaalimenticia de las naciones, decisión que corresponde a cadapaís”.