Espacio de Chiquitines es una estancia infantil que era auspiciada por la extinta Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). De cobrar 600 pesos mensuales, de recuperación, a los padres, la cifra ha pasado a los 800 pesos. Más allá del retiro del subsidio, señala la maestra Jael Flores, hay un riesgo de que miles de menores que acuden a este tipo de guarderías, sean encargados a gente que los maltrate o atente contra sus derechos. Por eso, ella se unió al amparo para que la presidencia de la República no quite el programa.
Es Licenciada en Educación Especial y decidió abrir la estancia, hace 8 años, porque en la colonia Zaragoza, que es donde se ubica, había nula oferta para el cuidado de los hijos de madres trabajadoras, e incluso, padres solteros, que no contaban con seguridad social o apoyo de sus familias.
De 8:00 horas a 16:00 horas, ella y su equipo de 6 personas, se encargan de alimentar a los menores con desayuno, colación y comida. También procuran que los niños aprendan, jueguen, convivan y sean felices.
Cada enero, Jael estaba atenta a las nuevas reglas de operación de las estancias, hasta que este año no se publicaron y se les avisó que la nueva presidencia de la República suspendería el programa por encontrar corrupción, poca capacitación o hasta “niños fantasma”.
Jael dice que estancia tenía revisiones rigurosas del Sistema Nacional DIF. Además, contaba con aval de Protección Civil, Bomberos y capacitaciones de la Cruz Roja y Sedesol. Señala que, como muchas, sí cubre el perfil para atender a los niños, por lo que el presidente de México debería analizar a cada estancia y apoyar a las que cumplan los requisitos.
Tiene la preocupación de que el recurso que entregará, directamente, el gobierno federal a los padres de familia, sea destinado a otras cuestiones, y se opte por dejar solos a los niños, o con la vecina y con personas que los hagan estar en riesgo.
RESISTIR POR LOS NIÑOS
Sin dar detalles, la maestra dijo que ha tenido casos en los que los menores han recibido maltratos o violencia sexual por parte de personas que los cuidaban antes de llegar a la guardería. También se ha detectado situaciones en las que los niños no son bien alimentados.
Ante ello y, por su vocación, ella y sus compañeras resistirán en la estancia con los 800 pesos mensuales que pueden aportar los padres (26.6 pesos por día), para cuidar a los menores. Tendrán que hacer una distribución óptima entre el pago de servicios, mantenimiento, salarios y alimentación de los menores. No pagan renta del inmueble y es un punto a favor.
Por el término del programa de estancias infantiles, algunas de ellas han cerrado, por lo que la de Jael ha aumentado la cantidad de menores que atienden. Antes eran entre 30 y 35 y, ahora, la cifra llega a los 43 niñas y niños.
Esperará por la resolución del amparo nacional –promovido por el diputado de Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio Riojas- al que ya se han adherido estancias de Puebla, entre ellas Espacio de Chiquitines.
