El respaldo del expresidente municipal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Doger Guerrero, al interesado en la candidatura para la gubernatura de Puebla, Ignacio Mier Velazco, es causal de expulsión del tricolor, de acuerdo con los lineamientos que rigen la vida interna de la fuerza.
De acuerdo con el artículo 257 del documento disponible en la página web del tricolor, uno de los motivos de expulsión del partido es: “solidarizarse con la acción política de partidos o asociaciones políticas antagónicas al partido”.
En la lista también está plasmado el siguiente motivo: “promueva y apoye actos de proselitismo de candidatos o candidatas de otros partidos o independientes”.
Ante este contexto, el afiliado al Revolucionario Institucional incurriría en desacatar los lineamientos del partido porque abiertamente se adhirió a la estructura del coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y comenzará con el trabajo para apoyarlo.
Pese a dicho panorama, el expresidente del PRI, declaró en una entrevista con los medios de comunicación que no teme ninguna represalia del partido porque se encuentra enfocado en el proyecto de Mier Velazco, quien es el “mejor cuadro para Puebla”.
La expulsión de un militante es un procedimiento interno de cada fuerza política y debe pasar por varios pasos.
Al existir una solicitud es analizada por la comisión encargada del tema, pero, la persona acusada puede recurrir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) como un intento de protegerse y evitar su salida.
En lo que respecta al PRI, una de las expulsiones más conocidas mediáticamente fue la del exgobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, quien fue acusado por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. Actualmente está en prisión preventiva oficiosa.
La expulsión ocurrió a petición de Ernesto Nemer Álvarez, secretario técnico del Consejo Político Nacional del partido y fue anunciada en febrero del 2019.