Con patrullas y bomberos fueron retirados más de 50 familiares de pacientes del Hospital para el Niño Poblano que pernoctaban a las afueras de este nosocomio a fin de tener noticias o estar al pendiente de los enfermos. El lugar fue acordonado y colocaron vallas metálicas para evitar que los ciudadanos instalen de nueva cuenta sus casas de campaña para dormir ahí.
De acuerdo con los afectados, fue la tarde de ayer cuando policías y bomberos, ambos pertenecientes al municipio de San Andrés Cholula, desinstalaron las casas de campaña que se ubicaban en la banqueta aledaña a este sitio, por lo que sin mostrar resistencia por miedo a las consecuencias, dejaron que quitaran todo.
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No solo fueron retirados cartones, blocs, cobijas, lonas y hule, sino también el altar de la virgen de Guadalupe y el Niño Doctor que se había colocado en el sitio, al cual llegaban los familiares para pedir por la salud de sus niños o niñas.
En entrevista con El Sol de Puebla, Macaria Sánchez, originaria de Teziutlán, comentó que ella llevaba tres meses durmiendo afuera del nosocomio, pues tiene una pequeña con leucemia en el hospital, debido a que no cuenta con los recursos para pagar una renta de un cuarto u hotel, tuvo que instalar unas lonas y cartones para tener un lugar donde descansar.
Aseguró que durante ese tiempo los demás padres, madres o familiares de los otros pacientes la ayudaron con comida, ropa y hasta algunos medicamentos. Aunque en su momento fue al albergue del hospital, comentó que no le convenía permanecer ahí, ya que tenía que pagar una cuota de 20 pesos diarios, los que se vuelven un gasto fuerte cuando no hay recursos y se tiene a un paciente en el hospital.
Comentó que ninguno de los familiares se quedaba por gusto en la calle, sino por necesidad, sin embargo, el personal municipal los retiró, por lo que lamentó que no sean empáticos con su situación.
“La verdad nos afectan, nosotros estamos aquí porque tenemos enfermitos, no ven por lo que pasamos y de un día para otro nos retiran. No estábamos haciendo nada malo, solo buscar un lugar donde dormir”, dijo.
A su vez, Ana María Martínez, madre de un paciente, expresó que no es fácil tener a un enfermo y menos cuando todos los recursos económicos se acaban rápido, por ello es que optó por pernoctar en la calle, pues cuando intentó rentar un cuarto le cobraban 450 pesos la noche.
Precisó que ayer los obligaron a ir al albergue del hospital, el cual está en una calle aledaña, sin embargo, al llegar no todos pudieron entrar porque no había cupo, por lo que tuvieron que buscar dónde dormir. Para que nadie se quedara en la calle es que los policías se quedaron a resguardar la zona.
Por su parte, Emilio Contreras, padre de un menor que lleva hospitalizado más de un mes, señaló que no conviene que acudan al albergue, ya que aparte de las cuotas que deben cubrir, también tienen que ayudar en las labores del lugar, aun cuando tengan que estar cuidando a sus pacientes, por lo que explicó que por eso la mayoría de los familiares se quedaba en la calle a dormir.
“Casi nadie quiere ir al albergue, es que tenemos que estar al pendiente de nuestros pequeños, creo que eso es lo más, nos impide movernos de aquí, yo ahorita estoy buscando dónde quedarme, no tengo un lugar, ojalá que las autoridades nos ayuden”, urgió.
Albergue solo para 11 personas
En tanto, Gisell Ordaz, administradora del albergue del Hospital para el Niño Poblano, comentó que sin previo aviso fue que llevaron a los familiares a este sitio, no obstante, debido a que no había camas disponibles, solo se pudo dar lugar a 11 personas, ocho mujeres y tres hombres.
Confirmó que si se les cobra una cuota de 20 pesos diarios, la que incluye tres comidas, cama, un locker, Baños y regaderas. Este ingreso es para sostener el albergue, ya que no recibe apoyo del gobierno del estado, ni del gobierno municipal.
Asimismo, indicó que solo se les permite entrar a dos personas por familia, lo que limita a los ciudadanos, porque muchos llegan con más acompañantes. Declaró que esto es algo que no les parece a las personas.
Expuso que hay reglas, no pueden fumar y consumir bebidas alcohólicas, las luces se apagan a las 21:00 horas y en caso de salir deben avisar a los guardias, quienes deben corroborar que hubo un llamado del médico que atiende a sus pacientes.