Delincuentes han retrasado obras de mantenimiento y reconstrucción de carreteras en la Sierra Norte de Puebla, pues han asaltado e intentado extorsionar a las empresas constructoras, mientras que los retrasos en la modernización de la carretera federal Izúcar de Matamoros-Acatlán de Osorio, podrían llevar a la rescisión del contrato a la compañía responsable, reveló el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Aquino Limón.
A menos de tres meses de que concluya la gestión del presidente de México, Enrique Peña Nieto, el funcionario federal informó que 48 obras están en ejecución en el estado, de las cuales 45 son mejoramiento de vialidades, principalmente caminos rurales, que resultaron afectados con las lluvias provocadas por el huracán Earl en el año 2016, además de la construcción de dos pasos a desnivel en la carretera federal Puebla-Atlixco y la modernización de 4.5 kilómetros en la carretera federal Izúcar de Matamoros-Acatlán.
En entrevista con El Sol de Puebla, indicó que las 45 obras de mantenimiento y reconstrucción tienen un avance general de más del 50 por ciento, aunque reconoció que algunas tienen ligeros retrasos.
Los atrasos, explicó, son menores pero preocupantes, pues están relacionados con la inseguridad en la zona, “hay algunos grupos delincuenciales que han buscado extorsionar a las empresas, ha habido robos”, agregó.
Señaló que la sospecha es que existe colusión entre trabajadores de la región y de las instituciones bancarias en las que las empresas disponen de dinero en efectivo para el pago de nómina semanalmente y otros conceptos, pues más tarde, en los caminos rurales, se producen los atracos.
Esta situación, añadió, ha generado los retrasos breves pero sobre todo, la preocupación de los empresarios, por lo que la SCT ha recomendado el uso de medios electrónicos para operaciones financieras y solicitado la colaboración de las autoridades estatales y municipales.
Algunos Ayuntamientos en los que han ocurrido estas situaciones, añadió, como los de Huauchinango y Tlaola, han implementado operativos de seguridad en conjunto con las empresas, pues están interesados en la conclusión de las obras.
“Hemos hecho un esfuerzo por pedirles que manejen lo menos posible el efectivo, pero es imposible, porque las empresas lo necesitan para el pago de salarios, compra de materiales… el llamado especial es a la propia sociedad para que nos ayuden a cuidar sus propios caminos”, continuó.
Todas las obras, comentó, continúan en ejecución, con inversión de 480 millones de pesos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y habrán de concluirse a finales del año, toda vez que son obras extraordinarias.
OBRA EN RIESGO
El delegado de la SCT agregó que de las otras tres obras en ejecución, la modernización de 4.5 kilómetros de la carretera federal Izúcar de Matamoros-Acatlán de Osorio, es la que presenta el mayor atraso, por lo que incluso la dependencia evalúa rescindir el contrato a la empresa encargada, Arquedi.
Aquino Limón detalló que aunque según el programa de obra, la ampliación de 2 a 4 carriles de esta carretera debería tener un avance de 40 por ciento, es de apenas el 18 por ciento.
Por esta razón, añadió, la SCT ya evalúa la rescisión del contrato a Arquedi, lo cual se decidirá en los próximos días, de acuerdo con los compromisos de trabajo que haga.
Esta obra, detalló, tiene programada una inversión de 95.9 millones de pesos y debería concluirse el 16 de noviembre próximo.
MODERNIZACIÓN PUEBLA-ATLIXCO, EN CURSO
Finalmente, el delegado informó que la construcción de dos pasos a desnivel de la carretera federal Puebla-Huajuapan de León, a la altura de las juntas auxiliares de Tlaxcalancingo y San Gregorio Atzompa, de 182 millones de pesos de inversión, tienen avances de más del 40 por ciento.
En la obra de la desviación a San Gregorio Atzompa, comunidad mejor conocida como Chipilo, Aquino Limón reconoció que ha habido retrasos en el pago de nómina a trabajadores, sin embargo agregó, esta situación no ha llegado al grado de afectar su programación.
Y es que en ambas, explicó, las obras parecen incipientes porque parte del material que se colocará, como las trabes, son prefabricadas, y se colocarán rápidamente más adelante.
Ambas, aseguró, se terminarán a finales de noviembre, es decir, antes de que concluya la gestión del presidente Enrique Peña Nieto, no obstante que sus contratos vencen hasta el mes de diciembre.