Al dejar de utilizar el cubrebocas, Puebla entraría en riesgo latente de vivir un nuevo repunte en los casos de Covid-19 y con ello, dejar en vulnerabilidad a los sistemas de salud pública en la entidad, sostiene María del Rocío Baños Lara, académica investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
En entrevista con El Sol de Puebla, Baños Lara, quien es también Doctora en Ciencias Bioquímicas por el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que, relajar las barreras de protección sanitaria sería riesgoso para la población, pues el peligro de enfermar de Coronavirus sigue siendo alto: “La pandemia no se ha acabado”, afirmó.
Al dejar de utilizarlo, “estaríamos dando un permiso que todavía no nos podemos dar”, pues si bien el indicador de mortalidad a causa de SARS-CoV-2 ha disminuido, los contagios no han tenido ese mismo efecto. Incluso, comparado con las olas anteriores, la cuarta ha sido la que mayor incidencia de casos positivos ha tenido.
Ante ello, la especialista alertó que al dejar de utilizar el cubrebocas en espacios públicos, el número de personas enfermas de Covid-19 crecerá exponencialmente, con el riesgo de ser incluso mayor a la cuarta ola: “Si levantamos las restricciones (...) probablemente vayamos a tener otra situación de alerta (...) y quizás tendríamos consecuencias importantes en el número de contagios (...). Es posible que podamos tener un repunte”, precisó.
Insistió en que México sólo forma parte de un sistema global, en el que las decisiones que se toman aquí, tienen consecuencias en otros países, y viceversa. En ese sentido, sostiene que la decisión de ir relajando las medidas de cuidado, debe ir acompañada de una cobertura universal del fármaco anti Covid, para la población mundial, no sólo en lo local.
“Mientras todo el mundo esté en una situación de riesgo, todos estamos en riesgo (...). Hay lugares en el mundo en donde ni siquiera tienen una dosis de la vacuna |contra SARS-CoV-2] (...) El riesgo existe, la pandemia no se ha acabado ni en México ni en el resto del planeta”, indicó Baños Lara.
HASTA POR DOS AÑOS
Sin temor a equivocarse, la académica adelantó que el uso del cubrebocas seguirá siendo parte de nuestras vidas, al menos durante los próximos dos años, pues pese a que las vacunas siguen siendo nuestra única barrera de protección inmunológica, su efectividad no es para siempre.
Aseguró que la única forma de avanzar en el retiro de esa particular medida de protección, será cuando se logre la cobertura universal de la vacunación en al menos el 90 por ciento de la población total y no sólo de las personas mayores a 18 años.
En ese tenor, hizo énfasis en la necesidad de inocularse contra Covid-19, pues fue gracias a la inmunización que se pudo avanzar del confinamiento obligatorio; no obstante, su protección por sí sola no es definitiva, porque los anticuerpos que produce solo duran algunos meses y deben ser fortalecidos con más dosis, hasta que no exista una vacuna con una barrera de cuidado más amplia.
Finalmente, recalcó que la utilidad del cubrebocas, aunado a la higiene de manos, no se ha limitado únicamente a prevenir contagios de SARS-CoV-2. Con su implementación, dicha herramienta ha sido auxiliar en eludir otras enfermedades respiratorias, como la Influenza.