Rodrigo Sánchez Juárez salió a divertirse en el 2020 como cualquier joven de 27 años, sin embargo, nunca regresó a su casa. Sus familiares creen que su desaparición tiene que ver con el narcomenudeo en San Salvador El Seco, pero, hasta el momento, las autoridades no han encontrado ni una prueba y no hay rastro de su paradero.
En entrevista con este medio, Rosa Sánchez Juárez, la madre de Rodrigo, compartió que él salió de su casa el 26 de octubre en compañía de su amigo para tomar unas cervezas, pero jamás regresó. La esposa de Rodrigo ese día tuvo contacto vía mensajes y lo último que supo es que estaba en una tienda del centro de San Salvador El Seco.
“Salimos a buscarlo y ya no lo encontramos en esa tienda, la cual ahora ya ni existe. En su último mensaje dijo que estaba tomado, pero no llegó a trabajar, eso nos preocupó”, relató la madre.
Como fueron pasando las horas la preocupación incrementó y los familiares para descartar todos los lugares sugirieron irlo a buscar con un hombre que le apodan “El Sonora”, el cual es conocido en el municipio por vender droga.
“El Sonora dijo que efectivamente ahí había estado Rodrigo y que salieron a las 2 de la mañana él y su amigo. Entonces él fue la última persona que tuvo contacto, nadie más, por la situación de la pandemia no había muchos lugares abiertos, no tenían muchas opciones”, agregó.
La esposa de Rodrigo fue la que levantó la denuncia correspondiente, pero al hacer la querella, las personas encargadas le dijeron que Rodrigo de seguro no estaba perdido, sino que se había ido por su propia voluntad.
Ya no recuerda le nombre, pero también un comandante le dijo que no podría tratarse de un secuestro o algo parecido, ya que ella “estaba jodida”, y -según esta persona-, sólo secuestran a personas que tienen dinero para el rescate. “Le dije que sí, a lo mejor no tengo en que caerme muerta, pero no voy a descansar hasta encontrar a mi hijo”.
Incluso, en su momento solicitaron apoyo de la ex presidenta municipal de San Salvador El Seco, Irene Marina Aguirre Rojas, pero los hizo esperar mucho para atenderlos y nunca vieron una ayuda real. “Al Sonora lo detuvieron por otros delitos, no por secuestro y la presidenta nos dijo que necesitábamos pruebas para acusarlo y que ella no podía hacerlo”.
Llegó el 2022 y hasta el momento, no hay rastro de Rodrigo, la indagatoria no avanza y la madre ha tenido que investigar la desaparición de su hijo por su propia cuenta. Por ello, pide apoyo de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) para que puedan encontrarlo.
“Rodrigo es un gran ser humano, no merecía esto, como joven quería salir y divertirse, estaba en su derecho porque era muy hogareño. Dejó a una hija y ella sabe que su papito está trabajando lejos y que algún día va regresar. Yo tengo fe que vamos a encontrarlo con vida, pero hay mucha lentitud de las autoridades”, concluyó.