San Miguel Canoa es una junta auxiliar ubicada a doce kilómetros al noreste de Puebla que recibe a sus visitantes con la mejor vista del volcán La Malinche, pero que entre sus calles guarda pobreza y marginación.
Gloria nació en San Miguel Canoa y dice que en la junta auxiliar hay mucha pobreza y no hay apoyos para la gente más humilde, cosa que se puede apreciar con solo dar una vuelta por sus calles en las que se puede ver, desde casas de adobe hasta marginación.
“Hay muchas calles sin pavimentar, las principales no, pero las alejadas están en el olvido. De seguridad ni se hable, aquí roban ya sea de día, de tarde o de noche, y lo peor es que agarran a los delincuentes y los sueltan porque no se sigue el procedimiento. De transporte solo tenemos una ruta que baja a Puebla y otra de la comunidad, también ahora los taxis locales”, expone.
Y es que derivado de la pandemia muchos habitantes se quedaron sin trabajo y para poder solventar sus gastos mensuales empezaron a ofrecer servicio de taxi de forma local, así se fueron sumando más personas y ahora forman un grupo de 200 taxistas que encontraron en este oficio una forma de manutención para sus familias.
Tal es el caso de Alejandro, quien se desempeñaba como obrero textil y tuvo que buscarse la vida cuando cerraron la empresa en la que trabajaba.
“A raíz de la pandemia saque mi carro de agencia y ahora tengo que trabajar para comer y solventar la mensualidad, por eso mi esposa se puso a vender tortillas para ayudar con los gastos. Estoy pagando 5 mil pesos mensuales y me llevó 200 pesos libres diarios, pero trabajo de las 7 de la mañana a media noches, a veces hasta la una de la madrugada”, detalla.
“Exhorto al gobierno para a que nos echen la mano con la seguridad, ya van dos taxis que se roban. No hay ni una patrulla y los fines de semana menos. También hay que estar cuidando el coche porque las calles están bien mal”, añade.
Así como la mayoría de juntas auxiliares, San Miguel Canoa requiere de pavimentación en calles de la periferia y la incorporación de servicios básicos como agua potable y electrificación.
“Aquí en Canoa faltan muchas cosas, sobre todo que nos den vivienda. Hay muchas colonias nuevas muy pobrecitas. Esta calle (Soledad) la acaban de pavimentar, todavía la falta otro poquito y espero que la completen. Antes bajaba el agua con la lluvia y todo esto era un lodazal, para llegar al centro tenemos que caminar por aquí hasta llegar al otro lado porque de este lado no pasa la combi, así que estuvo bien que adoquinaran la calle”, señala Mari, vecina de la colonia Los Ángeles.
Por otra parte, en esta junta auxiliar hay ausencia de parques o jardínes, no hay parques ni campos de futbol o beisbol públicos; pero cuenta con una jaguey en la colonia Centro Escolar, un área verde con palapitas que, aunque peligroso, la gente acude los fines de semana.
“Acá viene la gente principalmente los domingos y venden mucha comida, hasta cerveza. Se han muerto muchas personas, dicen que son marihuanitos y que la gente los avienta por maldad. Ahí se ven las tumbas de los muertitos (4)”, dice Silvia Sánchez.
“Pasamos por aquí para tomar la combi e ir al pueblo que hoy hay plaza, yo vivo más abajo y todavía más allá hay muchas colonias nuevas. Tardamos como 10 minutos caminando y antes ahorita hay gente pero ya de noche no podemos salir porque no hay vigilancia y las lámparas a veces prenden y a veces no, está muy peligroso”, agrega.
TRABAJOS RELIZADOS
De acuerdo con Germán Pérez Arce, secretario particular del presidente auxiliar, Roberto González Comisario, quien nos atendió en nuestra visita, las demandas y necesidades de la junta auxiliar son cada vez mayores por el crecimiento de la población. Canoa contaba con 10 secciones y hoy en día, existen además, más de 15 colonias.
“Según el censo del INEGI de 2010 éramos 14 mil habitantes, pero en la actualidad calculamos que somos más de 20 mil porque la población ya es muy grande, aparte de que las colonias ya las están poblando personas que no son de la comunidad, anteriormente todos éramos de originarios de aquí pero hoy la gente está viniendo de afuera a vivir, por la venta de terrenos, en santa Cecilia, Tecolotizin, Chachahuen, esa parte que colinda con la Resurrección”, expone.
Ante el crecimiento de la población, se está dando esa demanda de servicios básicos que son drenaje, pavimentación, alumbrado público y electrificaciones. Estas últimas, se han vuelto un verdadero problema para esta, y administraciones anteriores de Canoa, debido al uso de suelo de la junta auxiliar.
“La mitad de la comunidad se encuentra en una zona natural protegida a nivel federal por decreto del Presidente Lázaro Cárdenas. Eso ha perjudicado el poder realizar las electrificaciones que demanda la población. El IMPLAN y Desarrollo Urbano tienen un plano y en el que se basan para autorizar el uso de suelo”, explica.
“Tetetlan es una colonia ya habitada y otra es Cocoyono pero como ya están muy arriba en la montaña, las dependencias de desarrollo urbano no quieren dar el uso de suelo y eso es ha sido una piedra en el camino. Los habitantes piensan que nosotros no hacemos nada pero la cuestión es un problema de administración y creo que nunca se va a lograr porque si se da, la gente va a empezar a habitar más la montaña y es lo que se pretende evitar. La montaña es la que provee da el agua en la comunidad y es algo muy importante para nosotros por la renovación de los mantos acuíferos”, señala.
En cuanto a la pavimentación, refiere que se han subsanado caminos que ya estaban muy deteriorados, por el paso del transporte público o por la misma lluvia que provoca descargas de agua que maltratan el camino, entre ellas: Las Flores, la Sección Tercera, la Francisco I. Madero, la 16 de Septiembre y la calle del Jardín.
“Ahorita se está ejecutando otra obra que es la calle Soledad de la colonia Los Ángeles de aproximadamente 800 metros de longitud y se está haciendo con el presupuesto que está llevando a cabo el ayuntamiento de Puebla a través de gobernación. Creo esta es una de las obras más grandes de las juntas auxiliares por su longitud y que la calle va variando de 6 a 8 metros de ancho. Ya solo faltan unos 80 metros para acabar”, dice.
Pérez Arce enfatiza que esta calle es de gran importancia porque conecta con una de las primeras colonias de Canoa, que ha crecido demográficamente y para el transporte urbano también. Subraya que se tiene planeado hacer un libramiento en esta zona para descongestionar el centro en días de feria o fiesta, a través de un proyecto en el que se necesita la intervención del Gobierno Federal.