Se colapsa economía del  Triángulo Rojo tras operativo antihuachicoleo de 2017

Durante la época del  huachicol las ventas eran de contado y alcanzaban montos de hasta 5 mil pesos por cliente

Redacción

  · lunes 28 de enero de 2019

Construcciones sin terminar, edificios de hasta tres pisos en obra negra, deshuesaderos de tractocamiones en aparente abandono y baja actividad comercial se observa en municipios del Triángulo Rojo desde el cierre de las válvulas de Pemex implementado desde 2017 en el ducto Minatitlán-México.

Tras el efecto que generó el huachicol en la región del denominado Triángulo Rojo, donde familias enteras se vieron involucradas en este ilícito, todo parece regresar a su normalidad con una economía baja y estancada.

Las ganancias que generó la compra-venta de hidrocarburo fueron evidentes porque las personas se dieron el lujo de adquirir vehículos últimos modelos de agencia, así como de segunda mano, mientras otros más prefirieron realizar construcciones ostentosas y adquirir terrenos en grandes dimensiones.

De acuerdo con los datos presentados la semana pasada por Petróleos Mexicano (Pemex), en 2016 el estado de Puebla se ubicó en el primer lugar de tomas clandestinas con mil 533.

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Mientras crecía el robo de combustible, en el sector comercial y agrícola las personas prefirieron mejorar su giro laboral con maquinaria y un gran surtido para sus tiendas de conveniencia a fin de continuar laborando, ya que las ventas eran de contado y alcanzaban montos de hasta 5 mil pesos por cliente en tiendas grandes, mientras que en pequeños negocios las compras oscilaban entre 500 y mil pesos, lo que contribuía a la economía local.


"Durante la época del huachicol varios jóvenes de nuestro personal decidieron abandonar el trabajo por andar de halcones, ya que les retribuía más", refirió una encargada de una empresa de comida rápida ubicada en calles céntricas de Tepeaca.

En marzo de 2017, fuerzas federales y estatales implementaron el Operativo Encrucijada tras el asesinato de tres agentes de investigación, logrando con ello reducir las tomas a mil 443 en ese mismo año, con las que la entidad descendió al segundo lugar nacional.

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La estrategia de la petrolera y el Gobierno Federal fue cerrar las válvulas del ducto; sin embargo, el robo de hidrocarburo se trasladó a la región de San Martín Texmelucan, derivando en un repunte hasta alcanzar los 2 mil 72 puntos de ordeña en territorio poblano.

CRECE VIOLENCIA Y CIERRAN NEGOCIOS

Entrevistados de tiendas ubicadas en el Triángulo Rojo, así como de "changarros" en poblaciones aledañas a los poliductos, señalan que tras el cierre de las válvulas la ola de violencia incrementó y el flujo de bienes y servicio disminuyó hasta un 20 por ciento. La situación obligó, además, al cierre de sus comercios.

"Nuestras ventas eran constantes, reflejadas en ganancias de 500 pesos en promedio por cliente", señaló Olga Téllez, propietaria de una mueblería, quien, aunado a ello, daba fiado ya que sus compradores siempre eran puntuales; sin embargo, fracasó su negocio al tener una gran lista de deudores que ya no pudieron pagar sus electrodomésticos ante la falta de ingresos.

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A finales de 2016, la Central de Abasto de San Salvador Huixcolotla fue conocida a nivel internacional luego de que fuera evidenciada la venta de combustible ilícito de manera abierta en los corredores del mercado; sin embargo, actualmente en la zona solo se comercializan productos de la canasta básica, frutas y verduras que se subastan por cargamento y a granel.

SUBEN PRECIOS

De acuerdo con comerciantes del zoco, la escasez de “huachicol” hizo que se elevara el precio de las hortalizas y legumbres entre 1.00 hasta 3.00 pesos, ya que el costo del traslado se disparó por el precio de la gasolina, el cual ronda en los 20 pesos, así como el diésel.

"Ahora nos cuesta más caro las frutas y verduras que adquirimos en la Central y por eso nos vemos en la necesidad de elevar el precio en nuestros puestos, regalando bajas ventas y ventas a medida del bolsillo del cliente", señaló Flor Castro, comerciante.

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A pesar de que la mayoría de los frutos y leguminosas es producida en los campos de cultivo de Palmar de Bravo, Quecholac, Tecamachalco, Huixcolotla, Cuapiaxtla de Madero, Acatzingo, Reyes de Juárez y Tepeaca, los precios son altos. Por esta razón, las familias prefieren comprar lo necesario y no por kilo.

SE DIVERSIFICAN LOS DELITOS

En el rubro del campo, la actividad es más visible principalmente en el trayecto de la autopista Puebla-Orizaba, ya que a mitad del 2018 los terrenos fueron abandonados, en su mayoría, por las ganancias que generó el “huachicol”: entre mil pesos hasta 5 mil pesos diarios, así como los daños que ocasionaron las fugas y derrames.

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En este sentido, la paga que recibe un jornalero de 180 pesos hasta 250 de "sol a sol" no es atractiva; no obstante, la actividad agrícola se da en el transcurso de la noche, madrugada y mañana para llevar a ofrecer los productos frescos a los mercados, así como a la propia Central de Abasto, en la cual se dejó de vender gasolina robada.

A decir de los pobladores, el acto ocasionó una ola de violencia en inseguridad por los constantes robos, asaltos, secuestros, así como enfrentamientos que se registran en la región del Triángulo Rojo. Hoy en día el delito que más se comete en la zona es el robo al transporte de carga y comienzan a aparecer tomas clandestinas a ductos de gas LP.

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