La Avenida Fidel Velázquez, una de las principales vías de la ciudad de Puebla, vía principal de acceso a la Unidad Habitacional La Margarita, ha experimentado un incremento notable en el comercio ambulante, pero este se ha colocado en las banquetas de la zona, lo que ha generado que la ciudadanía tenga que esquivarlos para tomar su transporte público, pasar las calles o simplemente para caminar.
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Aunque el comercio informal ha sido una constante en esta área por la cercanía con la clínica y el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de “La Margarita”, la expansión que se ha observado en los últimos meses es alarmante para los vecinos que habitan por este lugar.
El Sol de Puebla acudió a la zona antes mencionada y los transeúntes confirmaron que, históricamente, los vendedores ambulantes se concentraban principalmente en la calle aledaña al Hospital del Seguro.
Sin embargo, en la actualidad, han comenzado a ocupar ambas calles de la avenida, extendiendo su presencia desde la calle 24 Sur hasta el bulevar Municipio Libre e incluso más allá, en dirección a los fraccionamientos La Calera, Lomas de San Alfonso y Lomas del Mármol. Esta expansión no solo les impacta en su movilidad, sino que también les plantea interrogantes sobre la regulación del comercio informal, la limpieza y la seguridad pública.
El comercio que se observa en la Avenida Fidel Velázquez es diverso, con una predominancia de opciones alimentarias. Los transeúntes pueden encontrar desde puestos de comida rápida hasta verdulerías improvisadas en camionetas, además de la venta de pollo crudo y una variedad de antojitos mexicanos.
Específicamente en la Avenida Fidel Velázquez y el bulevar Vicente Suárez, este medio pudo observar negocios de carnitas, tacos de canasta, venta de plátanos y una verdulería, todos ellos instalados en la banqueta, por lo que los transeúntes tuvieron que evadir para poder pasar.
A la altura de la Unidad Habitacional La Margarita, de nueva cuenta se observan negocios de verduras en la banqueta, comida, ropa, cemitas de cabeza y hasta una pollería al aire libre. Los negocios hacen que los ciudadanos se bajen de la acera y tomen el transporte público en la calle.
Al llegar al trayecto de la Avenida Vicente Guerrero hay un negocio de fajas, bisutería, cuetes y espumas, así como los tradicionales puestos de ropa “mexicana” por la cercanía con el 15 de septiembre, día de conmemoración de la Independencia de México.
Ante este panorama, algunos vecinos, quienes no quisieron dar su nombre por miedo a las represalias de los líderes de las organizaciones de ambulantes, mencionaron que necesitan una respuesta efectiva por parte de las autoridades municipales y subrayaron que el cambio de ayuntamiento puede ser un buen momento para atender una problemática que no ha sido resuelta por quienes ya se van.
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Si bien, el comercio informal ha existido en esta zona por años, el desbordamiento actual podría requerir la implementación de políticas que promuevan un equilibrio entre la actividad comercial legal y el comercio informal, garantizando así la seguridad y el bienestar de la comunidad.
Sin medidas adecuadas, consideran que la situación podría seguir deteriorándose, afectando tanto a los transeúntes, comerciantes establecidos como a los propios vendedores ambulantes.
