La dirigencia estatal del PRI se deslindó de la red de corrupción que supuestamente construyó el exauditor Francisco Romero Serrano con un exdiputado local priista para solapar a presidentes municipales de este partido político.
Tras los señalamientos que hizo el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, el Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, que encabeza Néstor Camarillo Medina, declaró que las supuestas acciones que algunos actores políticos de forma personal hubieran podido llevar a cabo, de comprobarse, no representan en ningún momento al tricolor, por lo cual se deslindó de cualquier comportamiento que ponga en entredicho la honorabilidad del instituto político.
El lunes, el gobernador Miguel Barbosa aseguró que el encargado de despacho de la Auditoría Superior del Estado (ASE) Rubén de la Fuente Vélez, está desmontando todas las complicidades que construyó el exauditor Francisco Romero Serrano, entre ellas la posible vinculación de un exdiputado del PRI, que solapaba a los ediles de dicho partido.
En respuesta, la dirigencia estatal aseguró que no tiene conocimiento de los hechos denunciados, pero dijo que es respetuoso de la libertad de expresión y de las instituciones, así como de sus determinaciones, por lo cual en caso de existir elementos para investigar a algún personaje debe realizarse privilegiando en todo momento el Estado de Derecho.