Este 30 de septiembre, se llevó a cabo la inauguración de un Centro de Atención Familiar perteneciente a la Fundación JUCONI México A.C., el cual fue remodelado para mejorar las condiciones de vida de niñas, niños y adolescentes en pobreza extrema y que registraron violencia familiar. Hasta el 30 de agosto de este año, la organización dio apoyo a 62 familias de Puebla que están conformadas por 185 personas.
El evento contó con la participación de Noriteru Fukushima, embajador de Japón en el país, con Satomi Katori, segunda secretaria de la Embajada y Yoshiaki Mukai, asesor de la Embajada. Es importante mencionar que esta remodelación se concretó gracias a los recursos que esta máxima autoridad de Japón en México otorgó.
En el ámbito local, acudieron Arlett Belmont, quien es la directora ejecutiva, Rommy Acosta, directora de Programa, Cecilia Cepeda, la directora de Procuración de Fondos, Erik Ramírez, coordinador de Programas y Pavel Núñez, coordinador de Comunicación.
Todos ellos, recordaron que JUCONI trabaja desde 1989 para mejorar la calidad de vida de las infancias, así como juventudes que por diversos factores se encuentran en situación de vida altamente vulnerable. Su meta, es disminuir los niveles de violencia familiar, incrementar el funcionamiento familiar y prevenir conductas de riesgo en niñas, niños y adolescentes.
“A lo largo de su historia, la Fundación se ha caracterizado por tener una metodología viva, nunca estática, sino en constante evolución para entender y construir con soluciones innovadoras en favor de las niñas, niños y adolescentes”, expresaron.
Sobre el Centro de Atención Familiar detallaron que su impacto de atención anual es de 268 personas, que incluyen niñas, niños, adolescentes y adultos atendidos. Estas personas, pertenecen a 90 núcleos familiares.
Hasta el 30 de agosto de este año, atendieron a 62 familias que están conformadas por 185 personas (niñas, niños, adolescentes y adultos). En el Centro de Atención Familiar brindan dos tipos de acompañamiento:
La primera es la atención educativa/ terapéutica, que está basada en el hogar: se realiza una visita semanal a la familia en la que se trabaja para llegar a una meta. Las metas son diversas, pero están siempre orientadas a la protección y garantía de los derechos de las infancias o adolescencias.
Por ejemplo: cómo fortalecerme para disciplinar a mis hijos sin violencia, cómo mejorar mi relación con mis hijos adolescentes, cómo acompañar mejor el crecimiento de mis hijos, entre otras.
Mientras que el segundo se trata de servicios complementarios, que son actividades estructuradas para niñas y niños de 3 a 6 años, de 6 a 12 años y adolescentes en un horario contrario al de la escuela. Estas actividades se implementan en formato de taller e incluyen una colación o alimento diario para acompañar el desarrollo adecuado.
Asimismo, brindan talleres grupales para las madres, padres y cuidadores de diferentes temas: a) taller sobre el desarrollo de mis hijos e hijas, b) taller sobre cómo mejorar y manejar mis finanzas c) taller sobre crianza positiva d) talleres de manualidades. Incluso, en esta inauguración, hubo un ejemplo de cómo las madres interactúan con sus infancias y bailaron con el embajador.
Adicional a los elementos formativos, en este centro habrá actividades recreativas, culturales y deportivas para un fortalecimiento familiar. “Las mejoras realizadas gracias al apoyo del gobierno de Japón y su embajador en México, apuntalan la intervención con las niñas, niños, adolescentes y las familias brindando un centro seguro, que transmite paz y belleza, que son componentes cruciales para la recuperación de los efectos de la violencia”, concluyeron.