Abuso de autoridad, violación de derechos, discriminación a trabajadores y amenazas son algunas de las quejas que el Gremio Nacional de Trabajadores de la Educación (GNTE) hizo públicas durante la manifestación realizada ayer afuera de las oficinas de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
De manera pacífica el secretario general del gremio, Amarante García Caltenco, junto con algunos otros integrantes de la organización, se hicieron presentes para solicitar diálogo con el secretario de esta institución, Miguel Robles Bárcena, y entablar una mesa de negociaciones para dar solución a las diversas problemáticas que han venido arrastrando desde hace dos años, entre las que destacan, adeudos de sueldos y prestaciones, omisión de la entrega de cuotas sindicales y desigualdad de género.
"Esta manifestación es para persuadir al secretario de Educación Pública y que escuche las demandas de la secretaría General de GNTE Puebla y la secretaria General de GNTE Puebla 1", comentó García Caltenco.
Y es que, a decir de él, ambas secretarías han sido víctimas de violencia de género y discriminación debido a que se les ha sido negado el diálogo con el titular de Educación Pública para ejercer su gestión sindical.
"La secretaria General de GNTE Puebla representa a trabajadores del Colegio de Bachilleres. El secretario de Educación Pública ha recibido desde el mes de enero diversas solicitudes de audiencia por parte de ella y ha hecho oídos sordos para reconocerla y darle libertad en la gestión sindical ".
Con lo que respecta al GNTE Puebla 1, que representa a los trabajadores de varios niveles educativos, administrativos y profesores, dijo, desde el año pasado han estado insistiendo para que se regularicen sus demandas.
"Tenemos trabajadores que tienen dos años y medio trabajando sin sueldo, sin otorgarles un contrato. Hay trabajadores que han sido sancionados de manera indebida sin respetarse los protocolos que exige el derecho laboral".
Ante esta falta de respuesta fue que decidieron manifestarse durante varias horas y hacer públicas sus inconformidades con pancartas pegadas en la entrada de la institución.
A pesar de la espera, Amarante García confió en recibir una respuesta durante el trascurso del día, pero dijo que, de no ser así, estarían dispuestos a permanecer hasta altas horas de la noche para hacerse presentes hasta recibir una resolución.