En su segunda audiencia de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), la empresa “Thona” rechazó entregar el seguro de vida a la familia de la maestra jubilada María Lourdes Molina Aparicio, debido a que la compañía argumentó que, en vida, la docente “no actualizó su póliza”.
Este 12 de marzo se cumple un año de la muerte de la docente y es fecha que la compañía ha puesto trabas para finiquitar más de 150 mil pesos que les corresponde por dicha prima, y del que existe registro de deducción directa del comprobante de pago en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Durante el careo, este miércoles, los beneficiarios se inconformaron porque argumentaron que todos los docentes jubilados están en una póliza global y que era incongruente que no se hubiera actualizado “solo una persona”.
Sin embargo, Ariadna Raquel González Arroyo, la representante de Thona, mantuvo su discurso señalando que “no iban a dar el seguimiento del caso porque no estaba la póliza actualizada.
“Casi, casi nos dieron entender que le hiciéramos como quisiéramos. La representante de Thona se mostró en una negatividad”.
Ahí mismo, los afectados presentaron las notas periodísticas de otros casos que dimos a conocer en este periódico, pidiendo una explicación sobre el tema y porque no eran los únicos.
“Ellos se quedaron callados de otros casos. No dijeron nada. Pero tampoco desmintieron la información”, agregaron.
De esta manera, informaron que como la parte conciliatoria terminó, lo único que restaba era proceder de manera legal y que, lo harían.
NEGATIVIDAD DE LA EMPRESA
El 12 de marzo de 2018, Lourdes Molina perdió la vida. Cuando la familia acudió a “Thona Seguros” para pedir la prima que supera más de 150 mil pesos, la compañía le dijo que “no tenía personal para recoger los papeles” y certificar la defunción.
Pasaron 6 meses para que fuera atendida la petición, sin embargo, en diciembre del año, la empresa reiteró que “no había nada que hacer porque el ISSSTE iba a cambiar la aseguradora y no se podían hacer responsables del pago”.
La docente conocida por sus alumnos como “maestra Lulú o Lula” dedicó más de 45 años de servicio a estudiantes de preescolar. Antes de jubilarse, trabajó en el plantel “Pipila” ubicado en la calle 24 Oriente de la ciudad de Puebla.