Este fin de semana, los abanderados de la zona centro de Puebla del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sostuvieron un encuentro con vecinos de uno de los barrios más antiguos y populares de la capital poblana "El Refugio".
En la reunión estuvieron presentes los candidatos al Senado de la República, Juan Carlos Lastiri Quirós, a la alcaldía de Puebla, Guillermo Deloya Cobián, a diputada federal por el distrito 12, Karina Romero Alcalá y a diputadalocal por el distrito 17, Claudia Hernández Medina, quienes al interior de una de las vecindades de esta demarcación, escucharon los problemas urbanos que enfrentan sus colonos.
Los residentes de "El Refugio" compartieron a los aspirantes algunos conflictos con los que diariamente tienen que lidiar en ese lugar como la inseguridad, los robos a transeúnte, a casa habitación, a comercio, así como el robo de autopartes, una realidad incontrolable, pues con el nuevo sistema de justicia penal acusatorio, los probables delincuentes son asegurados y horas más tarde se les observa nuevamente en el lugar.
Por otro lado, los vecinos de "El Refugio", solicitaron espacios dignos para que los jóvenes participen en actividades recreativas y deportivas, de lo contrario, -comentaron- seguirán refugiándose en las drogas o en el alcohol, pues las casonas abandonadas de la zona se han convertido en verdaderas cuevas de indigentes, alcohólicos o drogadictos e incluso ladrones, así que solicitaron que rescaten estos inmuebles para convertirlos en centros culturales, recreativos y de oficios tanto para los jóvenes como para adultos mayores.
Finalmente, los colonos pidieron a los políticos que su trabajo se encamine a la ampliación de la cobertura de los programas sociales para que más personas puedan incorporarse a Prospera, a los planes de despensas con Diconsa, así como 65 y Más.
"El Refugio" se ubica en el primer cuadro de la ciudad empieza en la 22 poniente y tres norte, colinda con el también famoso barrio de San Antonio y luce deteriorado por la enorme cantidad de baches en sus calles que parecen campominado y el mobiliario urbano deteriorado es una realidad.