Bosques de San Sebastián es una colonia que hace 35 años fue construida para trabajadores de la empresa ADO, y hasta ahora, deficiencias en el pavimento y en obras que la misma constructora realizó, aquejan todavía a los inquilinos más antiguos.
María Alejandra García Lara vive en el departamento 2 del edificio 1 de los 240 que se construyeron a partir de 1983; sin embargo, cada año la problemática es la misma: inundaciones.
En el Bulevar Xonacatepec y la Avenida México es nota constante cada temporada de lluvias que varios departamentos de los primeros edificios resulten afectados por el agua. Eso pasó desde del primer año, dijo García, y a pesar de que los vecinos se las arreglaron para colocar una barrera, continúa el desperfecto.
No hubo sanciones para la empresa que hizo los edificios y su vecina, de un condominio contiguo fue la más afectada, tuvo que irse de su casa porque el agua subía alrededor de un metro de altura y sus muebles resultaban estropeados.
Alejandra es de las habitantes más antiguas que tiene la colonia que tuvo tres momentos: la entrega de las primeras 900 viviendas, dos años después, en 1985, se otorgaron alrededor de mil 700 más y la construcción de la tercera sección donde existen hogares cuádruplex, dúplex y solas.
Irma Aída Chávez Aguirre es la presidenta de la colonia de la sección segunda, aunque los colonos la reconocen como la lideresa de Bosques de San Sebastián. Sus cálculos aseguran que existen alrededor de 10 mil 400 habitantes solo en las primeras dos secciones. Después de los transportistas, destacó, siguieron los hogares para los trabajadores no sindicalizados de varias empresas pero con prestaciones.
La presidenta de la colonia aseguró que el gran problema que sufren las unidades habitacionales es la falta de inversión. Con Enrique Dóger, como alcalde de Puebla, se colocaron casi dos mil luminarias que hasta ahora siguen funcionando; sin embargo, la pavimentación es un asunto pendiente.
Las calles de la colonia sin embargo, lucen con carpeta asfáltica como la de la mayoría de la ciudad, con parches sobre esta. Ninguna calle se salva, lo que se ha podido resolver un poco, comentó, es la inseguridad porque se organizaron guardias vecinales. Quienes delinquían eran hijos de vecinos que se contuvieron cuando comenzaron a detenerlos y ahora se controlan o sus madres lo hacen para que no resulten lastimados.
Los vecinos coincidieron que a pesar de que Bosques de San Sebastián tiene mala fama, la realidad es que se vive tranquilamente, aunque con algunos atracos de vez en cuando. “Vigilancia es lo que nos hace falta”, destacó Chávez.
RECUERDOS
Arturo Pérez tenía 13 años cuando llegó a Bosques de San Sebastián. Ahora es comerciante. Vende frutas y verduras, pero se acuerda de los momentos que vivió durante sus primeros años en la colonia.
Sabía que en el cerro de Amalucan, que se ubica frente a la unidad habitacional, había un centro ceremonial. Actualmente se sabe que es una pirámide de algún asentamiento prehispánico. Él vio los túneles que les llamaba cuevas y aseguró que tuvo una vida feliz cuando era niño.
Cuando se entregaron las primeras viviendas había árboles en las colonias que ahora se conocen como Bosques del Pilar y Consorcio. Incluso ardillas había en la zona, pero todo se acabó cuando los desarrollos habitacionales llegaron, señaló García.
Incluso pasaban algunas cosas extrañas. Recuerda haber visto alguna vez alguna ceremonia que realizaron personas desconocidas vestidas de túnicas y capuchas blancas, como aquellos que pertenecen a una secta.