Una niña de dos años de edad con fiebre, una mujer con hipertensión y hasta un hombre con sordera de alrededor de 26 años llegaron a Puebla este domingo dentro de la caravana migrante, la mayoría de El Salvador, quienes con otros mil 200 pernoctaron en los albergues habilitados en la capital poblana.
Eduardo Jiménez es operador de un tráiler de plataforma, quien dio un "aventón" a los migrantes hasta el albergue de San Juan de los Lagos desde Sayula, Veracruz, quien manejó alrededor de 15 horas, la mayoría durante la noche, pues venía de Cancún para llegar hasta un albergue a Puebla, de donde él es originario.
Por la autopista México-Puebla, y luego por el bulevar Hermanos Serdán, la primera caravana de migrantes, con alrededor de 66 integrantes, llegó trasladada en la plataforma y al bajar en el albergue no hicieron otra cosa más que agradecer con abrazos, aplausos y porras a Eduardo por haberlos llevado a salvo, incluso uno de ellos aseguró que “es un héroe”.
“Bienvenidos” fueron la palabra de todas las personas con quienes se cruzaron desde la puerta de la parroquia hasta las colchonetas donde este domingo pasaron la noche, no sin antes recibir alimentos y atención médica, así como otros apoyos como mochilas, ropa y zapatos.
De acuerdo con Ricardo Herrera Serrallonga, del Instituto de Asistencia al Migrante, una niña de dos años de edad tuvo que ser trasladada en una ambulancia al albergue porque se reportó con fiebre y fue necesario que recibiera atención médica dentro de los módulos de salud.
Por lo anterior, la ambulancia llegó de manera urgente a la colonia Rafael Poniente, donde la pequeña siguió recibiendo atención médica con la intención de evitar alguna complicación y, posteriormente, se reportó en estado de salud favorable.
Fue alrededor de las 14:00 horas de ayer que llegó el primer grupo, el cual no tenía contemplado instalarse en Puebla, sino seguir su camino a la Ciudad de México, pero decidió esperar al segundo contingente, que arribó a la parroquia a las 18:30 horas en seis autobuses y al menos un par de camionetas.
Con datos del Instituto Poblano de Asistencia al Migrante, se estimó la llegada de unos mil 200 centroamericanos que salieron de Veracruz y provenían de Centroamérica huyendo, como todos los de la primera caravana, de la violencia, pobreza y falta de oportunidades, mismo que planearon seguir su camino a la capital del país al amanecer de este lunes.
Por su parte, Rosa Hilma es una mujer mayor de edad que tiene hipertensión y es cosmetóloga, por lo que en Estados Unidos busca emplearse de su oficio, aunque en su país se quedó su familia y no sabe con quién llegará, pero confía en que su calidad de vida sea mejor.
Un joven de 26 años de edad con sordera viaja con una acompañante que lo ayuda a comunicarse con otras personas, huyendo también de la pobreza y violencia que en El Salvador lo aqueja. En cuanto llegó recibió de manera inmediata atención médica y, posteriormente, se recostó en una de las colchonetas para descansar.
Trasladados mediante “aventón” y con autobuses llegaron entra la tarde-noche de ayer a los albergues que se habilitaron primordialmente en la Parroquia de San Juan de los Lagos, de Nuestra Señora de los Desamparados y de Nuestra Señora de la Asunción, así como el Polideportivo Xonaca, donde recibieron atención médica y alimentos antes de descansar.
Se estima que el pasado fin de semana pernoctaron un total de 2 mil migrantes; solo uno de ellos fue un menor no acompañado, de 11 años de edad, de quien se hizo cargo el Sistema Estatal DIF (SEDIF), cuya institución se comunicó con los padres, quienes todavía están en El Salvador, por lo que realizan los preparativos para saber el destino del adolescente.
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