Con el objetivo de aminorar la deserción escolar provocada en ocasiones por la llegada de la maternidad o paternidad, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ahora está obligada a brindar todas las facilidades para que quienes hayan vivido esta situación puedan volver a las aulas sin que su contexto sea una limitante para ello.
A partir de esta semana, la Ley de Educación del Estado define una nueva obligación para el gobierno de Puebla, que es la de acercar los servicios académicos a las personas que, después de convertirse en madres o padres, abandonaron o interrumpieron sus estudios.
Se trata de una reforma aprobada por el Congreso de Puebla y publicada esta semana en el Periódico Oficial del Estado (POE). En esta nueva disposición se menciona que es responsabilidad de la autoridad educativa
“Asimismo, se facilitará la permanencia o reincorporación de los educandos que se conviertan en madres o padres en los términos previstos en este artículo”, quedó asentado en el artículo séptimo de la citada ley.
Según establece el decreto, basándose en una supuesta declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los embarazos adolescentes son un problema de salubridad y resaltaron que las y los jóvenes que los experimentan son más propensos a afrontar obstáculos causados por la inmadurez física, mental y emocional.
Del mismo modo, alude un dato cuantificado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el cual se refiere que México ocupa el primer lugar a nivel mundial por embarazos en adolescentes. De hecho, se establece que la tasa de fecundidad en jóvenes de 15 a 19 años de edad es de 77 nacimientos por cada mil personas.
Para finalizar, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante 2021 en Puebla hubo 114 mil 803 nacimientos, de los cuales 17.5 por ciento fueron concebidos por madres menores a 20 años de edad.