Sexoservidoras y mujeres trans que se dedican a este tipo de actividades son señaladas frecuentemente por ser portadoras del VIH, sin embargo, ellas consideran que son las más cuidadosas en su salud sexual y que los contagios, provienen principalmente de hombres heterosexuales que engañan a sus parejas. Ni una de las 90 trabajadoras que alberga la asociación “Chicas de la 14”, ni las 20 del Grupo Transgénero en Puebla, tienen el Virus de la Inmunodeficiencia Humana o sífilis.
Fue este 1 de diciembre cuando se inauguró la primera jornada de salud integral en el marco del Día Mundial del VIH-SIDA en el Centro Histórico, en donde se ofrecieron servicios gratuitos de papanicolaou, mastografía, ultrasonidos, pruebas rápidas de VIH, cortes de cabello, charlas de prevención de la violencia, así como empoderamiento. En el acto inaugural estuvo presente Gabriela Chumacero, líder del Grupo Trans en Puebla, y Mariela González Galindo, presidenta de la asociación “Chicas de la 14”.
Ambas celebraron que se lleve a cabo este tipo de jornadas, ya que no sólo fueron para sus integrantes, sino que la actividad fue gratuita y abierta para el público en general, pero, además, aprovecharon este espacio para mencionar que el gremio de las sexoservidoras sigue siendo estigmatizado y discriminado por posibles enfermedades, cuando son las primeras que llevan un control higiénico sin apoyo de las autoridades.
“Chicas de la 14 se fundó a raíz de todo el hostigamiento que hemos recibido por parte de las autoridades, principalmente de la Fiscalía. Esta es nuestra primera jornada abierta porque siempre nos estigmatizan que somos las principales que contagiamos el VIH y no es de esa manera, nos cuidamos mucho y entre nosotras hay un control sanitario, es interno, no lo hace ninguna dependencia, aunque deberían”, comentó Mariela.
La presidenta de “Chicas de la 14” informó que tienen registradas 90 mujeres en su grupo y han identificado en todo el Centro Histórico alrededor de 2 mil mujeres que se dedican al sexo servicio. De las 90 chicas que tienen como integrantes, ni una tiene SIDA. Lo mismo ocurrió con el Grupo Transgénero, Gaby Chumacero explicó que sólo en el núcleo de la ciudad hay 20 mujeres trans en esta actividad y que en los últimos estudios ni una de ellas dio positivo a VIH o sífilis.
Hay que recordar que el VIH es una enfermedad que se instala en el sistema inmunitario del cuerpo y si no se trata puede causar SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Hasta el momento, sigue sin cura.
Contagio de VIH entre heterosexuales representa más del 50% de los casos
Ante este contexto, pidieron a las autoridades dejar de criminalizarlas y mejor voltear a ver el verdadero foco de infección, que son hombres heterosexuales con esposas o con parejas fijas. Estos hombres suelen engañarlas y además tienen relaciones sexuales sin protección. De acuerdo con las activistas más del 50 por ciento de los casos positivos son entre heterosexuales, no provienen de su comunidad.
Tanto Gaby como Mariel, pidieron a la ciudadanía en general, dejar de asociar el VIH a hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres o a personas que ejercen la prostitución, ya que esta mentalidad sólo hace que incremente el odio hacia ellos, la criminalización y la ignorancia. “Eso le toca al gobierno, pero no nos quieren hacer visibles”, recriminaron.
Aunque celebraron este tipo de jornadas en donde hay pruebas rápidas de VIH, también hicieron un llamado a las autoridades a que se repliquen en eventos en donde acuden todas las familias, ya que se ha generado un fenómeno de “invulnerabilidad” ante los heterosexuales, cuando esta enfermedad puede afectarlos del mismo modo.
Asimismo, sugirieron trabajar más con los hombres heterosexuales con platicas de masculinidades, ya que en su afán de no “perder poder” o de no dejar de ser “hombres”, se niegan a usar condón, lo que pone en riesgo su salud, la de su familia y todas las mujeres que estén con ellos en el ámbito sexual.
Incluso, González Galindo, exhortó a las autoridades a crear una “cartilla de la trabajadora sexual”, para que todas ellas estén registradas en un sistema oficial y que se les otorgue servicios médicos gratuitos. Si bien, hay dependencias que las apoyan, aseguró que les piden no hacer públicos sus eventos, pues “podría dar mala imagen”.
Ninguna de las trabajadoras sexuales es víctima de trata, aseguran
La presidenta de las Chicas de la 14 aprovechó este espacio para asegurar que ni una de las mujeres que están en su grupo son víctimas del delito de trata de personas, incluso, que ella fue una de las tantas mujeres que salió viva de este tipo de redes, pero cuando fue a denunciar, las autoridades la revictimizaron diciéndole: “pues si a te gusta coger, tú te lo buscaste”.
También declaró que ella salvó a dos mujeres que fueron víctimas de este delito y que lograron identificar “al padrote”, pero cuando lo denunciaron en la Fiscalía, solo lo detuvieron por unas horas y lo dejaron libre. Esta situación ha hecho que las mujeres ya no confíen en las autoridades y que no acudan a denunciar.
De igual modo, las mujeres que se dedican al sexo servicio son revictimizadas cuando son violadas sexualmente y en muy pocos casos procede la carpeta de investigación. “Si nos violan el primer respondiente debería de ser un médico, no un policía y hemos estado en mesas de trabajo con personas de derechos humanos y todos coinciden, pero así no es en Puebla. No hay red de apoyo”, sostuvo.
Su sugerencia para las autoridades, puntualmente a los ministeriales, es que hagan trabajo de campo, ya que sólo así, lograrán identificar a las mujeres víctimas de trata de personas. De igual modo, cree que los bares de Tlaxcala, podrían ser un buen inicio para arrancar sus investigaciones.
“Los lugares en donde hay es casi todo Tlaxcala, pero también hay muchos casos en Puebla. Lamentablemente para que tú detectes un caso es muy difícil, las tienen a veces en trabajos normales, no sexuales, pero se detecta hablando con ellas, indagando. La autoridad nunca se acerca, yo ye puedo decir que las personas que detecté antes ni me lo imaginaba, hasta que ellas solas tuvieron la iniciativa de contármelo”, lamentó.
Por alzar la voz, son víctimas de amenazas de muerte
Mariela confesó que por alzar la voz y decir todo lo que ocurre en el gremio, es víctima de amenazas de muerte. Por lo que hoy en día, ya es parte de un sistema de protección. Para hablar de este tema estuvo presente Maribel Gallegos Gómez, defensora de los derechos humanos de la Unión Internacional de Defensores de Derechos Humanos Independientes.
“Nadie daba la cara por las mujeres del sexo servicio, pero desde hace tres años, Mariela las representa. Son mujeres que han sido acosadas, golpeadas y violentadas de múltiples maneras y discriminadas. A partir de que Mariela fue convencida y las representa, empezó una lucha y en conjunto con nosotros, buscamos que se respeten sus derechos, ya que por voluntad propia decidieron ejercer así su vida sexual”, indicó.
Gallegos Gómez dijo que el trabajo sexual es reconocido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y por la Constitución Mexicana en el artículo quinto y 123, así como en los tratados internacionales, por lo que todas las autoridades tienen la obligación de brindarles servicios de salud, protegerlas en caso de una posible explotación y reconocer su participación activa sexual, ya que, si son mayores de edad y nadie las obliga, pueden ejercer el trabajo sexual consentido.