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Al ritmo de cumbia, José Juan Valencia corta la varilla para la cruz que este viernes llevará a la celebración de la Santa Cruz, a la que confían su vida cuando construyen en las alturas. En su infancia quería seguir en la artesanía como su familia, pero a los 20 años comenzó a trabajar el acero.
Con casco y chaleco protector, José Juan asegura que en la construcción lleva 18 años trabajando para alimentar a su familia que lo apoya todos los días.
Aunque al principio fue complicado, poco a poco fue entendiendo los secretos de la albañilería y sus dificultades, como el miedo que provoca estar en las alturas.
“Esto es parte de nuestra vida para sostenernos a nosotros y a nuestra familia. Todos nos arriesgamos a la altura, a muchos peligros como todo trabajo, pero sí, la verdad es que nuestro trabajo es un poco riesgoso”, cuenta.
Mientras José Juan Valencia asegura que no planeó ocuparse de albañil, un grupo de hombres sube a máquinas excavadoras, corta varilla y alambres, mezcla cemento y sube tubos de acero para construir un edificio de diez pisos en la zona de Angelópolis, un lugar de plusvalía.
A sus 38 años afirma que de pequeño fue artesano, como su familia que de Amozoc lo trajo a la ciudad de Puebla.
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“Mi ocupación era otra, pero por cuestiones de la vida nos hizo llegar a esto, mi empleo de pequeño fue la artesanía, soy de Amozoc donde se hace artesanías, pero la vida da vueltas y me trajeron a vivir a la ciudad de Puebla”, señala.
La celebración de la Santa Cruz este 3 de mayo representa protección para los trabajadores de la construcción, a la que se encomiendan antes de cada labor.
Así lo cuenta Benito Rodríguez quien entre sus recuerdos tiene la construcción del Museo Barroco, el Auditorio Siglo XXI y la remodelación del Estadio Cuauhtémoc, obras por las que se siente orgulloso de haber participado.
“Soy de familia que se dedica a la construcción, algunos somos albañiles, otros fierreros, otros carpinteros. Lo más riesgoso son las alturas”, afirma.
Benito es el segundo al mando, se encarga de la obra en la que debe ser cuidadoso con la sierra, este instrumento con el que cortan la cruz que este viernes llevarán a la misa de celebración.
LA ENCOMENDACIÓN
Por diferentes circunstancias Abel Orea llegó al ramo de la construcción después de que no pudo seguir estudiando mecánica y a los 18 años empezó el oficio de fierrero del que aprende todos los días y le permite proveer a su familia.
“Todos los días van saliendo cosas nuevas como inventos que hacen los arquitectos, entonces tenemos que ver la manera para hacerlos. Tengo temor a la altura a pesar de que estamos asegurados, siempre me encomiendo a la cruz para que no haya fallas”, cuenta.
Abel participó en la remodelación del Estadio Olímpico de la BUAP, la sede de los Lobos. También en la construcción del Hospital General de Cholula, las Torres JV y otras obras en la zona de Angelópolis y La María
A su vez, Juan Márquez García, encargado de edificar departamentos en la Atlixcáyotl, asegura que su trabajo es divertido porque conoce a gente de todas partes del país, por ejemplo, de Chiapas, Oaxaca, Veracruz.
