Asaltos y obstáculos son todavía los peligros a los que se enfrentan los peatones que esperan en una de las más de 10 paradas irregulares de transporte público que ellos mismos habilitaron, en ambos sentidos, en la Autopista Puebla-Veracruz y México-Puebla.
En sus ediciones del 1 y 5 de junio del 2017 El Sol de Puebla evidenció los riesgos a los que se exponen los usuarios que esperan el transporte público así como los peatones; de igual modo, el desmantelamiento del puente que se ubicaba debajo del paso vehicular de la Resurrección, donde la gente debe atravesar sorteando a los automovilistas, que circulan a más 100 kilómetros por hora.
Un año después, y a pesar de las quejas y denuncias de los usuarios así como la evidencia presentada por este medio en una serie de recorridos, las cosas no han cambiado en esta vialidad. Persisten los peligros por el paso a exceso de velocidad de los vehículos, porque las unidades del transporte público no se detienen para levantar a los usuarios y, además, aumentó la violencia e inseguridad.
Usuarios del paradero irregular, ubicado a la altura de Xonacatepec con sentido a México, denunciaron que, por la falta de alumbrado público, los atracos a los peatones son cada vez más frecuentes, pero no solo eso, pues los delincuentes han optado por abordar las unidades y asaltar también dentro de ellas.
Permanecen alrededor de 10 paradas irregulares de transporte público en esta vía, las más peligrosas son las que están a la altura de la Resurrección, Xonacatepec y también la de la Unidad Habitacional VW II.
La primera de ellas es la que cuenta con más obstáculos, toda vez que los usuarios de las unidades de transponte público tiene que saltar, literalmente, los muros de contención metálicos, apoyados sobre algunas estructuras de piedra, exponiéndose a caídas o golpes.
Los usuarios son de todo tipo: personas de la tercera edad, mujeres, niños, embarazadas y hasta madres cargando a los niños con sus carriolas o pañaleras, que tienen que ser apoyadas por otras personas o, de lo contrario, tendrían fuertes caídas.
La forma de saltar los muros de contención ya se había explicado: apoyar las dos manos en el muro, que se ubica exactamente en la autopista Puebla-Veracruz y el puente de Resurrección, luego, subir un pie en los tubos de concreto, improvisados como escalones, y saltar el obstáculo con un solo movimiento si se es muy ágil, si no, lo hará en dos o tres más y con mucha calma, para no lesionarse, y así subir al transporte público.
Varios accidentes han ocurrido en esta vía, donde la gente ya se nota acostumbrada a exponerse al peligro. Voltean hacia el sentido donde vienen los vehículos y cruzan, algunos con mucha calma y otros con bastante apuro.
Justamente el 30 de mayo un motociclista fue arroyado en la pista a la altura del Estadio Cuauhtémoc, lo que refleja el peligro que tienen que sortear varios de los usuarios y peatones.
En algunos casos personas de la tercera edad tienen que pedir ayuda a los más jóvenes para poder subir o bajar de los vehículos y saltar los obstáculos a pesar de que su condición física les impide hacerlo con agilidad.
A la altura de la Unidad Habitacional VW II los propios pobladores retiraron parte de los muros de contención metálicos para evitarse la misma pena que sufren los de Resurrección y, aunque parece un acto vandálico, la medida es para evitar accidentes o lesiones a quienes transitan diariamente por la zona.
Los usuarios se dicen cansados de quejarse por la inseguridad y riesgos físicos a los que se exponen en estos paraderos, pues aseguran que las autoridades solo se burlan de ellos y no les brindan una solución, por lo que ellos mismos tienen que velar por su integridad, basados en la necesidad de que tienen de trabajar así como trasladarse de su hogares al trabajo y a la escuela.