La contaminación, la plaga de los mosquitos y en los últimos años la sequía, son los escenarios adversos en los que viven vecinos del lago de Valsequillo, cuerpo de agua que añoran sea cristalino para mantener los cultivos de la región, que este año no está rindiendo los frutos esperados.
El periodo de cosecha se está pasando y la mayoría de los terrenos siguen vacíos y con pocas esperanzas de dar maíz, frijol o cualquier otra verdura como la calabaza.
Dulce (25 años) deja de arrear la yegua junto con su padre para dar una entrevista a El Sol de Puebla y aprovecha para manifestar la preocupación de su familia y vecinos: no hay cosecha, ni recursos económicos por la falta de empleo que está generando la pandemia de coronavirus.
“Porque el río está contaminado, lo que aquí se siembra es temporal, por la época de lluvias. Ya le estamos dando fertilizante y abono a esta cosecha, estamos esperando la lluvia, pero no llega. El agua de la presa no la tomamos ni nada, no es agua limpia”, agrega.
Desde que tiene memoria, añade, el agua ha estado contaminada y ha visto pasar proyectos de plantas de tratamiento y recientemente, unos barcos (de más de 209 millones de pesos) que intentaron sanear Valsequillo: “El agua siempre ha estado sucia. No hubo gran diferencia; llegaron unos barquitos, pero no se hizo nada”.
La joven refiere que, ante la cercanía con el afluente, las autoridades deben de revisar sus condiciones y mejorarlas, por ejemplo, las plagas de los mosquitos. En su vivienda, tratan de invertir en material para fumigar en el interior de su casa y los alrededores.
“La molestia es por los mosquitos, por ahora no hay mosquitos porque no hay tanto lirio acuático, cuando hay lirio acuático los mosquitos son insoportables. Afortunadamente acá no se han presentado enfermedades por esa situación, pero sí deberían de hacerse unas campañas de fumigación”.
Además, piden a las autoridades apoyar a los pequeños campesinos, debido a que los incentivos en la zona priorizan a líderes ejidales: “el campo es un juego de azar, puede que se coseche algo o nada, por eso se piden apoyo del gobierno para todos”.
“Ya se nos pasó el tiempo de siembra, no quiere llover. Nosotros empezamos a sembrar en mayo, en junio ya veíamos nuestra milpa medio a crecer, ahora nada”, añade afligido Don José.
VALSEQUILLO: ¿UN SITIO DE PESCA?
Los abuelos de Renata N., conocieron un lago limpio donde se podía nadar en la presa del Valsequillo, donde se dice la gente pescaba diversas especies para alimentarse y hasta venderlas en los mercados cercanos.
Ángel Jiménez relató que en la presa hubo pescado como la tilapia y que la gente se vivía de la pesca: “se empezó a agotar el pescado por la contaminación, las especies muertas se veían acá”.
El actual lanchero de la presa, que hace recorridos de Oasis a Africam Safari, relató que sus padres, trabajaron para construir la presa Manuel Ávila Camacho.
“Ahora mis hijos ven animalitos en el agua, unas semanas estuvieron los barquitos para limpiar, pero no pasó nada, los animalitos se siguen viendo. Yo creo que lo más contaminados es el centro”.
“Antes era puro monte y bajaba el agua, la gente venía acá a cortar la leña (…) mis padres trabajaron en la obra de la presa, la levantaron”, dijo al referir que, por la baja actividad, por la emergencia sanitaria de Covid-19, se ve más clara el agua, pero que una vez regresando a la normalidad, todo seguirá igual.
Candelaria N., vecina de San Baltazar Tetela comentó que todavía existen peces en la zona pero que representan un riesgo a la salud: “No sirven para comer, sí vemos que hay gente que lo saca y se lo come; pero, nosotros no”.